La clase política, los dramas sociales, los llamados «memes» que surgen en redes sociales y el pegadizo anuncio de la chica del «Chic para ti» fueron algunos de los temas más presentes en  las coplas de la primera sesión de la fase semifinal del XXXV Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Córdoba que arrancó anoche después de que 52 agrupaciones de Córdoba, Jaén, Málaga y Sevilla presentaran sus repertorios. Está siendo un año marcado por las ausencias de grupos punteros, jóvenes pero con experiencia en el carnaval cordobés, como «La chirigota de San Lorenzo», que ha quedado semifinalista en el certamen de Málaga; la comparsa de Rafael Cámaras Altas, que ha pisado las tablas del Teatro Falla de Cádiz y las agrupaciones de Juan Jesús Muñoz «Suso», José Vacas, Julio Horcas, Marcos Monje, José Miguel Ibáñez «El Maestro», David Amaya «Aguito».

Sin embargo, también es un carnaval de regresos que evocan a otras épocas. Es el caso del autor cordobés Pepe Martínez que ha regresado al concurso de coplas de carnaval cordobés con «De mis manos a tus sentidos» con una comparsa añeja, que suena al carnaval antiguo, al tres por cuatro clásico y que anoche recordó el febrero de hace años cuando esta modalidad piropeaba a Córdoba, a la mujer cordobesa. Ya en su presentación arrancaron con una soleá donde recordaron al legendario luthier de la tierra Miguel Rodríguez «El Brujo». Con precioso punteado de David Martínez, presentaron su tipo, de corte clásico, guitarreros en su taller, «nace el compás de mi mano, tus sentíos».

Comparsa cordobesa

Con en su primer pasodoble recordaron grupos de su autor, pregonero del carnaval de Córdoba el año pasado, como Fantasía, Algarabía, Los Panameños. Y precisamente con la melancolía de un carnaval antiguo desarrollaron un segundo pasodoble lamentándose por lo que consideran una situación decadente de la fiesta; «¿qué es lo que hicieron contigo?», «¿dónde quedó ese ambiente de armonía en camerinos?», «¿concurso qué fue de ti?» se preguntaron cantando, un grupo que suena a eso, a guitarra, a otros tiempos en los que las comparsas seguían la senda del creador de la modalidad, el poeta gaditano Paco Alba. «Con maderas de mil colores voy haciendo arte y belleza para cantar por bulerías a mi niña cordobesa». Una delicia de estribillo para rematar los cuplés.

En su popurrí utilizaron músicas conocidas, como «Entre dos aguas» del maestro Paco de Lucía, «Ya no» de Manuel Carrasco, el bolero «Lágrimas negras» que interpretaran Bebo y Chucho Valdés. «Por San Agustín, ven conmigo a gozar, y si quieres cantar ven a San Juan de Letrán», cantaron, y casi al final desvelaron el sentido de la fiesta: «libertad de un pueblo que canta sus tristezas y sus alegrías».

En esta modalidad, durante la primera sesión de la fase semifinal del concurso de agrupaciones llegó un grupo desde la localidad sevillana de Fuentes de Andalucía, «Los patitos feos», unos soldados que, cogiendo la enseñanza del cuento de Hans Christian Andersen, de camino a convertirse en cisnes, pretendían luchar contra las injusticias de la sociedad que oprimía a los jornaleros que buscan su pan, al pueblo cansado de mentiras. Destacó en el grupo, una voz femenina que aportaba un matiz especial a un repertorio lleno de rabia y crítica contra la sociedad actual; ante la corrupción, juzgaron que formar parte de «un pueblo que se merece lo que pasa», que es «derrotista entregado al declive de una patria con un futuro miserable».

Otra comparsa sevillana, «Fuego», de Ángel Porras, llevó al Gran Teatro unos dragones cuyos cuplés se introducían con una melodía basada en la banda sonora de la popular serie «Juego de Tronos». Su contralto destacó entre las voces del grupo, que cantó un reivindicativo pasodoble sobre la muerte del poeta granadino Federico García Lorca, fusilado durante la Guerra Civil española de rabiosa actualidad hace unos días un  equipo de arqueólogos concluyó que los restos mortales de su cuerpo podrían haber sido exhumados en agosto de 1936.

Las chirigotas, tienen cantera

Anoche la chirigota demostró que tiene detrás, al menos entre los grupos cordobeses, una cantera que parece empeñada en continuar con la fiesta. «Los extraordinarios extraescolares», con integrantes desde los 4 años hasta los 17, se quejaron con gracia que con los horarios después del colegio se ven obligados a tener «superpoderes»; clases de tailandés, ruso, coreano, chino, natación, bailes de salón, sevillanas… «Que yo sé que lo haces para que por las noches yo esté reventado y no te moleste». Ahí quedó su mensaje. Pequeños, pero con letras que vienen pisando fuerte.

Los tipos de esta modalidad fueron bastante originales: la pozoalbense «Nos pierden las formas» se presentaron como piezas del mítico juego electrónico «Tetris» y no pararon de hacer las composiciones para poder completar la línea y bajar la pantalla con un repertorio sin salirse del tipo y pasodobles chirigoteros, sin penas ni dramas: uno a los nuevos conceptos virados por redes sociales como el ‘mannequin challenge’, el «pollito inglés» de toda la vida pero «sin mover los pies». La chirigota «Enemigo público número 1» de Aguilar de la Frontera, unos simpáticos controladores de aparcamientos con una música, tanto de pasodobles como de cuplés que recordaba a chirigotas de autores gaditanos, defendieron un simpático repertorio cargado de disparatadas anécdotas de gajes del oficio.

Pero, la chirigota de la noche fue sin duda «La comunidad» de Javier Salazar que lejos de ser los fantasmas burlones de Jesús Bienvenido, de quien solo han tomado el nombre, se presentaron con un tipo original bastante bien desarrollado: son el jurado del certamen del año pasado que emigró Pensilvania y se convirtió en una comunidad de ‘amish’, colectivos protestantes que siguen un estilo de vida ancestral rechazando cualquier signo de progreso social. Pero en este caso, son una comunidad de fieles de cordobesas maneras, que cantaron un cuplé muy localista donde cantaron que quien continuaba diciendo la expresión de «Córdoba la Llana» es porque «nunca ha subido a las Ermitas por El Brillante».

El único cuarteto de la noche, «Dos reales y pico», del laureado cuartetero conocido como «Manolete de Santa Cruz», de dicha localidad, fue quien se metió de lleno en la crítica. Caracterizados de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, un bufón adivino y un consejero real bastante particular, repartieron a la clase política, de todos los colores; a la monarquía, al actual presidente del Gobierno y con bastante mordacidad a quienes forman parte de Capitulares. En uno de sus cuplés se preguntaron que si una ordenanza prohíbe las actuaciones de animales, «yo no sé ahora cómo se harán los plenos en el Ayuntamiento». La alcaldesa de la ciudad y el recién procesado empresario cordobés Rafael Gómez «Sandokán» también salieron escaldados con los cuarteros. Esto es carnaval.