El vandalismo contra los monumentos ha vuelto a aparecer en la ciudad. En este caso ha tenido un objetivo claro, como es la escultura dedicada al profesor López-Neyra, en la plaza del mismo nombre, junto a la calle Sánchez de Feria, y que no ha dejado libre de pintura ninguna de sus superficies.

Este monumento ha aparecido pintarrajeado en esta semana, en unos días en los que la calle Sánchez de Feria se encuentra cortada al tráfico peatonal y rodado por unas obras de canalización que se realizan en la misma y que debido a su estrechez obligan a dar un rodeo. Pero a la plaza López-Neyra se puede acceder y, sin paso de coches, se convierte en el escenario ideal para estas salvajadas contra el patrimonio de todos los cordobeses.

Este monumento, obra del escultor valenciano afincado en Córdoba Amadeo Ruiz Olmos, fue inaugurado en abril de 1970 como homenaje al profesor Carlos Rodríguez López-Neyra de Gordot, nacido en Córdoba y reconocido mundialmente como uno de los grandes investigadores en parasitología, en el transcurso de un homenaje organizado conjuntamente por el Ayuntamiento y el Colegio Oficial de Farmacéuticos. 

Precisamente, en este acto, el entonces alcalde, Antonio Guzmán Reina, anunció que el edificio municipal situado frente al monumento, el actual Archivo Municipal, sería la sede del Instituto Municipal de Cultura y que llevaría el nombre de López-Neyra.