El extraño monumento de Los Patos cumple medio siglo


Se trata del regalo de una firma comercial, que hizo una serie de 30 iguales y los repartió por distintos puntos de España

Monumento al Agricultor en Los Patos.
Monumento al Agricultor en Los Patos. /Foto: JC

Los jardines de los Patos cuentan con una buena nómina de monumentos, con el de Julio Romero, seguido de los de Mateo Inurria, Cipriano Martínez Rücker, Aniceto García Roldán, Rubén Darío y Juana Victoria Domínguez. Entre todos ellos hay uno, en el centro de una glorieta, que carece de identificación alguna y que pasa por ser el más desconocido y extraño de todo el grupo, pese a que ahora se cumplen los 50 años de su inauguración.

Monumento al Agricultor en Los Patos.
Monumento al Agricultor en Los Patos. /Foto: JC

En realidad, su nombre oficial es el de monumento al Agricultor, Agricultura y Progreso, aunque son escasos los elementos existentes que faciliten su identificación. En otros sitios se le titula como Agricultor a secas. Lo más evidente es que está compuesto por una figura masculina, otra femenina y un niño. Sus cinco décadas de existencia lo han integrado plenamente en un paisaje en el que nadie lo discute, pese a lo curioso de su historia. La pérdida de cualquier placa que lo identificase ha contribuido a que lo envuelva el anonimato.

Cada uno de los otros monumentos que hay en estos jardines cuenta con una justificación, con una autoría más o menos célebre, con unos méritos que homenajear. En este caso se carece de todo ello, ya que se debió al regalo de una firma comercial, que hizo una serie de 30 iguales y los repartió por distintos puntos de España.

La empresa John Deere, dedicada a la venta de tractores, fue la que encargó al escultor murciano José Carrilero la elaboración en bronce de estos 30 monumentos que hoy se pueden ver desde el Paseo de la Castellana o la Escuela de Agrónomos en Madrid, hasta la Feria de Muestras de Zaragoza, pasando por la plaza de Alemania en Zamora, o por Ayllón, Segovia, Valencia, Osuna, Parla, Huesca y así hasta una treintena de sitios.

EL monumento de Córdoba se inauguró el 23 de mayo de 1970 en el transcurso de un acto en el que no faltaron las autoridades locales, así como altos representantes de la firma John Deere y de Comercial Rochi, que fue la promotora de la donación. El gerente de ventas agrícolas de la marca de tractores, José María Sancho Artola, fue el encargado de hacer el ofrecimiento del monumento, resaltando «el papel destacadísimo que representa Córdoba en el ámbito nacional, contribuyendo de forma rotunda en la economía del país». Le contestó el alcalde, Antonio Guzmán Reina, quien hizo un análisis de lo que representa la agricultura para la capital y para el concierto nacional, además de alentar el progreso «como fuente de bienestar para todos».