Es un proceso que pasa, durante años, de tocar en garitos a llegar y llenar grandes auditorios. Pasan años y, como en el caso de Sidecars, el inicio tuvo su punto de partida en el instituto, cuando Juancho, Gerbass y Ruly formaron el grupo.

Un conjunto que, en Córdoba, ha tenido uno de sus lugares fetiche, tocando hasta en cuatro ocasiones precedentes, antes de alcanzar el escenario del Teatro de la Axerquía en la 40 edición del Festival de la Guitarra.

La emoción era palpable y, en la parte final del concierto, Juancho confesaba esa emoción de venir a Córdoba y hacer su música ante semejante auditorio, prácticamente lleno y entregado a Sidecars. No faltó , entre el respetable, Cisco García, a quien le dedicaron Dinamita.

La actuación tuvo dos partes, la primera más melódica, donde sonaron temas como Golpe de Suerte, La Tormenta, Galaxia, Looping star, Todos mis males, Fuego cruzado, Chavales de instituto y un broche final con De película sonando soo con los teclados y la guitarra acústica.

La segunda parte del concierto de Sidecars fue más eléctrica con Garabatos, Locos de atar, Noches de guardia, Los amantes y Fan de ti, entre otras. La apoteosis final llegó con Contra las cuerdas, una canción de altura en música y letra. En ese bis también se escucharon los acordes de Mundo imperfecto. Con Amasijo de huesos (la canción dedicada por Juancho a su hermano Leiva) llegó la presentación de la banda y una despedida de Córdoba, que Sidecars quisieron alargar, pues el sueño cumplido estaba terminando, el idilio entre la ciudad y el grupo madrileño aumentando su leyenda.