Una novela sobre el estigma nazi de una condesa que no era nazi


La periodista Viruca Yebra relata en su libro el discurrir de una aristócrata entre la alta sociedad tras la Segunda Guerra Mundial

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Viruca Yebra. /Foto: LVC
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Portada de ‘La condesa nazi’. /Foto: LVC

La periodista Viruca Yebra se adentra de nuevo en el mundo de la novela con ‘La última condesa nazi’ (Editorial Espasa), que presenta este jueves, a las 20:00, en el Real Círculo de la Amistad de la mano de la notaria Inmaculada Fernández-Martos y de la empresaria y concejal Blanca Torrent. 

Si Yebra en su primera novela recreaba la emigración gallega a Cuba, ahora lo hace con la alta sociedad europea y estadounidense, a través del recorrido vital de Clotilde von Habel, la protagonista del libro. Explica que cuando el lector se sumerge en la novela «se da cuenta de que ella no es nazi, pero tiene ese sambenito».

Esta circunstancia le marca, porque está casada con un comandante de la Wehrmacht, y «ella no es nazi, pero sí todo lo que la rodea» y esto marca, y mucho, en una sociedad que se recompone tras los estragos de la Segunda Guerra Mundial. Éste es el punto en el que arranca ‘La última condesa nazi’, con el foco puesto en lo que pasa con los alemanes que lo perdieron todo, como es el caso de la protagonista, tras la guerra.

Entre los nazis y los soviéticos

Estos alemanes no estaban involucrados con el régimen nazi, en absoluto, pero les pilló vivir en lo que luego se conoció como Alemania del este. Clotilde tiene que dejar su castillo mientras las tropas soviéticas avanzan y «encuentra refugio en su cuñado, que es un nazi importante», relata Yebra.

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Viruca Yebra. /Foto: LVC

A partir de este momento se desarrolla, como detalla la autora, «la historia de una mujer de la alta sociedad, de la aristocracia centroeuropea que, aunque se queda sin nada, sus relaciones son importantes y va de aquí para allá porque tiene amistades en todos sitios».

Los escenarios de la novela se amplían entonces, y entran juego Berlín, Londres, Nueva York, a donde llega nada menos que en el Queen Elizabeth; el Tánger internacional en su mejor momento y una Marbella balbuceante que se moldea hasta llegar a su máximo esplendor.

Todo este recorrido que hace la condesa nazi que protagoniza la novela se produce en las décadas centrales del siglo XX y Viruca Yebra defiende que esto hay que contextualizarlo desde la óptica de su momento, «que ya pasó». Por ejemplo, añade que «la Marbella de hoy tiene que ver con la Marbella de aquel momento, porque sin aquélla no hablaríamos de la de hoy».