Siguen las reacciones al decreto ley que el Gobierno ha publicado y que será efectivo desde el próximo martes, decreto que pretende regular el consumo de energía y que afecta a diversos sectores, entre ellos el del comercio. No preocupa tanto el apagón obligado de escaparates a partir de las 22:00h «porque eso ya se venía haciendo en mayor o menor medida en muchos de ellos, regulados con temporizadores», dice Rafael Bados, que es presidente de Comercio Córdoba.

«Estamos acostumbrados desde el mundo empresarial a que se aprueben decretos que condicionan nuestra actividad económica», apunta Bados con cierta resignación y añade respecto al último decreto ley que «no son las medidas que pudiéramos esperar para ayudar al sector», aunque sí entienden que «dentro del contexto de crisis energética y las amenazas rusas de cortar el grifo del gas» se tomen medidas de ahorro energético. 

El presidente de Comercio Córdoba cree que hay aspectos que habría que revisar y que afectan particularmente a un sector «tan denigrado como el del pequeño comercio». En concreto habla de la modificación de los cierres de las puertas de los establecimientos -para evitar fugas de frío o calor-  lo que supone un gasto añadido para un sector «en el límite de su capacidad de aguante». Solicitan desde Comercio Córdoba que se articulen una serie de ayudas para poder hacer frente a estas medidas que «por imperativo legal hay que adoptar». 

Respecto a las temperaturas que se marcan en el decreto ley, Bados participa de la crítica más repetida en estos días, y es que «no es lo mismo Córdoba que Huesca», por lo que «se debería realizar ajustes en las distintas ciudades» algunas de ellas con temperaturas extremas, como es la nuestra.