La celebración del Concurso de Patios de este año presenta una destacada novedad respecto a las ediciones anteriores y es la incorporación de una categoría nueva para acoger a los denominados patios singulares.
Como se recoge en las bases del certamen, se entiende por patios singulares aquellos que, pertenecientes a entidades, asociaciones o congregaciones religiosas, aportan señas de identidad de la arquitectura oficial o religiosa de su época, son extraordinarios por su monumentalidad, por su forma o por su uso, o aportan una propuesta en el marco de la Fiesta de los Patios.
Con esta modificación de las bases el Ayuntamiento da amparo a situaciones que se han dado años atrás, como el caso del compás del convento de Santa Marta o el patio de la Asociación de Niños Saharauis. A partir de ahora, ya no será obligatorio que forme parte de una vivienda, o de un conjunto de ellas, pero sí deberá cumplir una serie de requisitos, lo que abre la posibilidad de que diversos colectivos se acojan a esta modalidad para participar en el concurso.
La valoración de los patios
Estos patios singulares conforman una categoría propia en la que cada año no se podrán presentar a concurso más de diez recintos. En los mismos se va a valorar con hasta diez puntos el estado de conservación de las plantas y el mantenimiento del propio patio y de los demás espacios.
Con hasta cinco puntos se va a valorar el número de plantas y macetas que estará en relación a las dimensiones y estructura del patio y con la misma puntuación se tendrán en cuenta los elementos usados en la decoración del recinto.
En esta categoría, el jurado concederá dos Menciones de Honor, dotadas con 3.000 y otra de 2.500 euros, en la modalidad de Patios Singulares a los que resalte en su conjunto por su singularidad, a lo que habrá de sumar su nivel de calidad en la decoración floral y a la conservación y mantenimiento del propio patio.
