La maquinaria se ha puesto en marcha. Ya hay sembradas 3.000 bellotas en la Vía Verde de la Campiña con la intención de que en unos años sean árboles que formen un pequeño bosque en este lugar cercano a Guadalcázar. Esta iniciativa se enmarca dentro del reto ‘La gran bellotada ibérica’ creado por Reforest-Acción y la Red Ibérica de Guardianes de bosques, apuesta colectiva de ámbito nacional que consiste en la siembra de 25 millones de bellotas en toda la geografía de la Península para fomentar la existencia de bosques y combatir de esta manera la desertificación.
En Córdoba ha sido la Asociación de Voluntariado GEA la que ha llevado a cabo la actividad los pasados días 8 y 9 de diciembre después de obtener el permiso de Medio Ambiente de la Diputación Provincial y Adif (propietaria de los terrenos) para llevarla a cabo.
Las bellotas que se han sembrado por nueve voluntarios y dos colaboradores fueron recogidas a principios de noviembre en Cerro Muriano y muchas han comenzado a germinar incluso mientras esperaban el momento para ser puestas en la tierra, que también era necesario que tuviera unas condiciones óptimas de humedad como así ha sido después de que haya llovido.
La disposición de las bellotas en las márgenes de la Vía Verde de la Campiña no ha sido lineal, sino que los voluntarios han ido formando una especie de M, pues los árboles que surgen de manera natural no lo hacen linealmente, y poniéndolas cada 70 centímetros de dos en dos: una germinada y otra sin que lo estuviera, con el objetivo de aumentar las posibilidades de éxito.
La siembra se ha realizado siguiendo las indicaciones y recomendaciones que esta campaña comparte en su web, a través de la Guía Bellotera. Basada ésta en años de experiencia realizando actividades de este tipo y respetando los valores medioambientales necesarios para que la actividad se desarrolle correctamente. El lugar de la siembra ha sido en la misma región de donde se ha recogido las bellotas, para no alterar las poblaciones y que con sus características únicas, se adapten bien al clima y condiciones de suelo y de humedad.
En GEA esperan que la siembra sea exitosa y en unos años estas semillas sean árboles. La próxima primavera los voluntarios acudirán a la zona para comprobar cuántos árboles han brotado y posteriormente habrán de mantener la atención contínua. Como indican desde GEA, “de alguna manera hemos adoptado esos arbolitos”.
Los resultados de esta actividad de siembra tardarán en verse unos años, pues los árboles que se plantarán son de crecimiento lento e influirán asuntos como el tipo del terreno o la meteorología, aunque se espera que en diez años ya haya pequeños árboles tras haber echado unas profundas raíces y a los 15 años se podrían ver los árboles crecidos.
Como en Cerro Muriano se habían recogido 3.500 bellotas, el medio millar que ha sobrado se unirá a otras que se recojan próximamente en fecha por determinar para llevar a cabo otra siembra en enero o febrero ya que no se ha cubierto por completo el segundo tramo de Vía Verde en el que se ha decidido reforestar.
