Los datos oficiales sobre la evolución de la pandemia del coronavirus son cada vez más más confusos e intrincados. Las órdenes del Ministerio de Sanidad han ido moldeando unas cifras que, en los últimos han bajado y subido de forma llamativa, cuando de datos acumulados se trata.

De hecho, por bajar (amén de los 4.000 positivos que se perdieron por el camino en Andalucía cuando el Ministerio decidió que solo se dieran los datos de los PCR) ha habido días en que ha bajado un fallecido. Todo un sistema de criterios cambiantes (hasta en la hora a la que se da el parte), que desembocan siempre en un supuesto control de la pandemia, que es difícil de cotejar.

A ello hay que sumar el reajuste que se produjo en Córdoba el pasado viernes, donde sumando PCR y test rápidos, los casos se quedaron en 79 menos, según el Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía. En el parte de este lunes, el “reajuste” fue menor y bajó un caso. El mismo correspondería a Lucena, donde en los últimos días se ha oscilado entre el más y el menos uno de forma singular, para moverse de forma pendular entre los 88 y 90 contagiados por coronavirus (en este momento, 89).