Tres detalles que debes saber sobre la procesión del Tránsito


La corporación de San Basilio prepara un gesto simbólico para la salida de este año, que se suma a los realizados en años anteriores

Tránsiito
Llamador del paso de la Virgen del Tránsito./Foto: Jesús Caparrós

En apenas una semana, la Virgen del Tránsito recorrerá las calles del barrio del Alcázar Viejo, camino de la Catedral. Una procesión que, en el templo mayor, alcanza todo su esplendor. No obstante, la corporación que dirige Bonifacio Gómez se viene distinguiendo durante los últimos años por cuidar con esmero cada detalle. Por ello, la cofradía “quiere tener un sincero homenaje al fallecido compositor Pedro Morales Muñoz”.
Para llevar a cabo el tributo al inmortal músico, se interpretarán obras de dicho autor. A la salida de la procesión, las tres primeras marchas que ejecutará la banda de música Tubamirum serán Virgen de la Paz, Virgen de Montserrat y Esperanza Macarena. “La Hermandad del Tránsito y la Banda de Tubamirum quieren reconocer el gran legado que dejan personas como Pedro Morales para la música procesional, piezas que se escucharán allí donde alguna banda tenga su actuación”, ha explicado la corporación.
Otros detalles
Vela con el escudo de la hermandad de la Pasión./Foto: Jesús Caparrós

No sólo habrá homenajes este año, ya que en la salida procesional anterior del Tránsito hubo algunos detalles dignos de interés. Uno de los símbolos que llamó la atención, en la procesión de 2016, fue la presencia en el paso de la Virgen de Acá de la Hermandad de Pasión. Ello obedecía a que en una de las velas del frontal se hallaba dibujado el escudo de la corporación penitencial del Alcázar Viejo. Dos cofradías a las que no solo une el hecho de que compartan la sede canónica de Nuestra Señora de la Paz, sino un patrimonio humano que, a lo largo de décadas ha formado parte de las mismas.
La simbología de que se dota el Tránsito en su paso procesional, también alcanza a la figura del Niño Jesús durmiente que conforma el llamador del mismo. Bajo diseño de Manuel Luque Bonillo, la pieza fue realizada por Orovio de la Torre y persigue la analogía con la dogmática establecida por la Constitución Munificentisimus Deus: «La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo».