El decálogo para las cofradías de Salvador Ruiz


"Mucho más importante que hacer una gran recogida de alimentos, ropa, medicinas, etc. -que son buenas- es involucrar a mis hermanos para que puedan dedicar tiempo a visitar enfermos"

Jornada sobre obra social organizada por la Agrupación de Cofradías./Foto: LVC
Salvador Ruiz./Foto: BJ

El director de Cáritas diocesana de Córdoba, Salvador Ruiz, ofrecía este sábado una recomendable conferencia, en el marco de la primera Jornada de Ora Social que ha organizado la Agrupación de Cofradías. En la misma ofrecía un decálogo de actuación a las cofradías en esta materia.

Así, en una entrevista concedida a La Voz de Córdoba, Ruiz señalaba que “he planteado diez puntos, que no es que sean doctrina”, sino “diez cuestiones para ayudar a algunas cofradías y puedan replantearse toda su acción social”. En este sentido, el director de Cáritas subrayaba que “lo fundamental creo que es volver a la esencia de cada cofradía, que cada hermandad recuerde lo que es, de dónde viene y recuerde cuál ha sido esa acción social a lo largo de toda su historia -algunas con más de 400 años de historia-. Y que todas nacieron a raíz de una obra social”.

“La cofradía nace, entre otras cosas, para la obra social”, destacaba Ruiz. Esto, “además de la vivencia de culto y de la vivencia cristiana. Además de todo lo que supone el amor a sus sagrados titulares, eso necesariamente tiene que trasladarse a las personas que sufren, a las personas más pobres”.

El decálogo

Respecto a los diez puntos que ofrecía Ruiz a las hermandades, “como primer punto, el redescubrir los orígenes, de dónde venimos y cuál ha sido esa obra social de mi cofradía. Cómo hicieron los fundadores esa obra social”. 

En segundo lugar, el director de Cáritas apelaba a “no abandonar la espiritualidad. No olvidar que todo esto se fundamenta en un encuentro personal con Jesucristo en el seno de la Iglesia, en el seno de mi cofradía”. Por lo que, “desde ahí, ir creando lazos, redes, que no se nos olvide lo importante de trabajar en conjunto, de no perder nuestra idea de eclesialidad”. 

La formación en la Doctrina Social de la Iglesia era otro de los apartados que destacaba dentro del decálogo. “Porque nos va a hacer mucho bien para no disociar fe y vida. Y en las cofradías, muchas veces,  tenemos que crecer en esta idea para ofrecer un testimonio mayor. Y desde ahí comenzaremos a montar acciones: observando bien la realidad; sabiendo cómo involucrar a nuestros hermanos -que esto no sean cuestiones de peculiaridad de algunos de nuestros hermanos-; y, al final, ya en el último término, buscando los recursos necesarios para ello”. 

Y todo ello, como recalcaba Ruiz, “sin olvidar que es mucho más importante el darnos nosotros que el dar cosas. Mucho más importante que hacer una gran recogida de alimentos, ropa, medicinas, etc. -que son buenas- es involucrar a mis hermanos para que puedan dedicar tiempo a visitar enfermos, a las personas mayores que están en nuestras casas, a ayudar a las personas que viven en la calle”.