El primer cambio de imagen del Resucitado


La hermandad considero que la primitiva talla de su titular era "deficiente"

Resucitado
Antigua imagen del Resucitado. /Foto: LVC

La hermandad del Resucitado es de honda raigambre en la ciudad. La devoción a la imagen que recibía culto en Santa Marina es muy antigua y hace casi un siglo se decidió articular a través de una hermandad y decidió seguir siendo una cofradía de barrio.

Resucitado
Antigua imagen del Resucitado. /Foto: LVC

Un momento de auge le vino cuando tras la guerra civil comenzó a formar parte de la carrera oficial. Ya no era el modesto cortejo que iba por la calle Moriscos, sino que los nazarenos de blanco y amarillo, en honor a la bandera pontificia, se mezclaban con la extensa gama cromática de las representaciones del resto de hermandades cordobesas. En ese momento, la hermandad del Resucitado pensó que la antigua y devota talla, que aún está en el templo, no reunía las condiciones para representarla, ya que era «deficiente».

En su búsqueda encontraron otra talla similar, que se dató en el siglo XVII, y que estaba en la iglesia de San Basilio, que en aquel momento pasaba un bache como templo auxiliar de la parroquia del Sagrario. Así, pues, esta devota imagen se incorporó al cortejo como el Resucitado que fue para varias generaciones de cordobeses hasta llegar la talla actual de Miñarro.

En San Basilio quedó la antigua talla de Santa Marina y a Santa Marina fue a parar la de San Basilio, en aquella Semana Santa de 1953 en la que salió a la calle después de que la restaurara Juan Martínez Cerrillo. A partir del año siguiente se irían incorporando modificaciones en el paso, cuyo elemento más característico y simbólico eran los cuatro ángeles con bocinas.