El momento más esperado por los cofrades llegará en las próximas 72 horas. Sí, como han leído en el titular habrá una procesión antes de que acabe este infausto 2020, gracias a la vacuna de Pfizer.

La Voz de Córdoba ha podido saber, gracias a fuentes de reconocida solvencia, que la Junta de Andalucía había tenido acceso a la vacuna hace unas semanas. Si bien, por petición expresa de la Unión Europea, no lo había hecho público.

Con esa partida, la administración autonómica tuvo una idea, para dar algo de alegría a los cordobeses (ya que el consejero de Salud es de la tierra) y regalarles algo que nadie esperaba, una procesión con sus costaleros y su banda. También quisieron nazarenos, pero -según nuestras fuentes- se disuadió al presidente andaluz de esto, puesto que no estamos en Semana Santa.

Como les íbamos diciendo, la Junta convocó a una cuadrilla de costaleros y a una afamada banda de la capital cordobesa el primero de diciembre y se les inoculó la primera dosis a músicos y costaleros en una nave de un polígono industrial. El día 21 se hizo lo propio con la segunda dosis, siendo los resultados realmente satisfactorios. Salvo en un par de casos en los que se notó una reacción adversa: un costalero se quitó, de repente, de la cerveza; y uno de los músicos declinó actuar como solista. Aunque los expertos señalan que ese es el porcentaje habitual de reacciones a la vacuna.

Asimismo, se cuidó el detalle. Los viales utilizados venían personalizados con dibujos de costales y cornetas y, eso sí, algunos con la cara de Pedro Sánchez, quien quiso mostrarse cercano con el colectivo, máxime cuando él es el que paga la vacuna.

En el equipo de capataces hubo un negacionista, que -tras recibir a regañadientes la segunda dosis- aseguró que la forma de portar los pasos de malagueña es mejor que la sevillana. Hubo un conato de agresión, pero la cosa no llegó a mayores cuando se supo que es el denominado ‘efecto Juanma’ de la vacuna. Traducido al lenguaje popular, que te gustan los hombres de trono y te quieres hacer hermano de Fusionadas.

Al no haber suficientes enfermeros para administrar el antídoto para el covid, se recurrió a un farmacéutico, que resultó ser un mancebo. Satse ya ha denunciado la irregularidad, que no ha sido baladí, puesto que el mancebo administró una de las dosis congeladas al bombo de la banda, que desde entonces marca los cuartos y las horas en punto desde su casa y TVE se plantea que sea él quien dé las campanadas este jueves.

La efectividad, es cierto, es de un 95%. Así se ha comprobado en los ensayos, donde las levantás salen clavadas y el 95% de los solos de corneta salen en modo Tres Caídas. Mientras que, de cada 100 veces, el capataz ha mandado bien 98 la ‘izquierda atrás’, tras la segunda dosis. Y 92, después de la primera.

Los ensayos han sido realizados a puerta cerrada, puesto que han sido sensibles con los espectáculos deportivos, a los que solo pueden acceder 400. El día y la hora de la procesión se darán a conocer a lo largo de este lunes. Ello en una rueda de prensa en la que intervendrán el presidente de la Junta, el consejero de Salud y Familias, el delegado del Gobierno de la Junta, la subdelegada del Gobierno de España, el alcalde la capital, todo el equipo de Gobierno íntegro, la presidenta y toda la junta de gobierno de la Agrupación, el hermano mayor y toda su directiva de la cofradía implicada, el capataz, todo su equipo, todos los costaleros, todos los músicos, el director de la banda, el director musical, sus compositores de cabecera, un asesor externo, antiguos componentes, el creador de la vacuna (que hablará en turco), el camionero que la llevó, el mancebo, el dueño de la nave… El bombo no, porque a esa hora marca los cuartos.