Una parte importante del patrimonio histórico-cultural andaluz va de la mano de las hermandades. Su labor de conservación ha sido imprescindible, para la conservación de auténticas joyas, sobre todo, del Barroco. 

Es por ello que las instituciones -conscientes de ese cariz- han comenzado a apoyar esta función. Como así ha quedado reflejado -en fechas recientes- con la concesión de ayudas por parte de la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Junta de Andalucía, que en el caso de Córdoba tiene una dotación de 155.000 euros y que servirá para el mantenimiento de piezas de la capital y la provincia.

Priego de Córdoba, Aguilar de la Frontera y Lucena verán como el retablo mayor de la Asunción, el Sancta Sanctorum de Santa María del Soterraño y el retablo dedicado a San Miguel en la iglesia de San Mateo serán restaurados. Para estas tres acciones se invertirá algo más de 73.000 euros y se ha preciso recordar que hablamos de tres joyas del Barroco, por lo que una vez concluidas las labores, se podrá disfrutar aun más de su esplendor.

También en Lucena habrá dotaciones para las parroquias de Santo Domingo de Guzmán y San Mateo, de cara a que realicen inventarios. Una partida de la que se beneficiará a su vez la hermandad del Huerto de la capital cordobesa.

Pero hay más, ya que esas líneas impulsadas por la junta servirán para ayudar a la restauración de la túnica del Nazareno de La Rambla (siglo XVII), del Cristo Chico (atribuido a Pablo de Rojas) de la cofradía del Nazareno de Priego de Córdoba y al Cristo de la Tabla de Montilla.