Manuel Luque, Redención de Córdoba: “Hay que estar abierto a aprender e intentar ser alguien, no un imitador de bandas que ya existen”


El director de la decana de las bandas cordobesas ofrece, en la siguiente entrevista, su visión sobre la actualidad

Manuel Luque, durante la firma de un acuerdo con la Presentación al Pueblo.
Manuel Luque, durante la firma de un acuerdo con la Presentación al Pueblo.

Las consecuencias de la pandemia no le asustan y Manuel Luque asegura que la agrupación musical de Nuestro Padre Jesús de la Redención saldrá adelante. Quedamos con el director de la decana de las bandas cordobesas pocos días antes del esperado concierto de la Fuensanta, que debía ser un paso más hacia la normalidad. Hay ganas y se nota, pero también mesura. Luque aborda todas las cuestiones y hasta desvela que Redención estuvo a punto de tocar en Sevilla capital. No pierdan detalle.

¿Cómo está la agrupación musical de la Redención en este momento?

Manuel Luque, durante la firma de un acuerdo con la Presentación al Pueblo.

Bien, porque hemos retomado los ensayos y pensaba que la gente, después de año y medio, iba a ser más reacia (a muchos les hace cambiar el chip y buscar otros entretenimientos y hay bandas en las que me consta), pero  con nosotros gracias a Dios la gente está respondiendo bien.

Casi año y medio sin ensayar…

Hemos hecho algunas cosas, pero se lleva mal, sobre todo, por la relación humana dentro de la banda. Si no tocas, nada más que juntarte ya palias la situación. Es una forma de vida, quien está en una banda se reúne cuatro cinco o días a la semana y que te lo corten en seco… se echa de menos.

Redención es la decana de las bandas de Córdoba. Llega el confinamiento y se corta todo.

Como nos pilló tan de sorpresa se asimiló mejor que esta segunda Semana Santa que hemos pasado sin procesiones. Yo, personalmente, lo he pasado peor este año.

¿Tanto tiempo casi sin ensayar se nota demasiado?

En cuanto a conjunción, sí. Luego, tocar un instrumento es como montar en bicicleta, cuando la dejas un tiempo y la coges de nuevas los primeros días lo pasas fatal, después vas cogiendo embocadura y demás.

¿Cuál ha sido el momento más difícil en este tiempo de pandemia?

Quizá, el otoño pasado. Retomamos los ensayos en septiembre y, en octubre, medio nos confinaron de nuevo y ahí vimos otra vez que no iba a haber nada.

¿Cómo se llevan dos semanas santas sin tocar?

Como soy cofrade antes que músico se lleva mal. Peor se lleva cuando no tocas en ninguna banda y ves a las cofradías en la calle. Eso lo pasé hace muchos años y es una sensación muy rara. Para mí, peor incluso de lo que hemos pasado ahora, porque estas viendo a las bandas en la calle y tú no estás en tu hábitat. Se lleva mal porque vives para esto.

¿Cómo le ha afectado la pandemia a las bandas?

Lo que más daño nos ha hecho a las bandas ha sido económicamente. Al menos las de Córdoba, vivimos exclusivamente de la Semana Santa, salvo alguna cosa puntual. Quieras o no en el 2020 nosotros no llegamos a cobrar ni la mitad de lo que estaba en contrato y gracias a que las hermandades fueron sensibles en nuestro caso. Y este año ha sido a cero.

De cara al futuro, ¿tardarán en recuperarse?

Estamos haciendo de tripas corazón. También vamos a tener una ayuda muy importante del Ayuntamiento. No es mucho dinero, pero para no haber tenido nunca nada es un pequeño balón de oxígeno. Nos lo prometieron antes de la pandemia y la verdad es que están cumpliendo. Vamos a salir seguro, a unas nos costará más a otras menos, pero saldremos.

La proyección de las bandas en Córdoba ha sido exponencial en las últimas décadas ¿Han tardado mucho las instituciones en darse cuenta?

Demasiado. Veías la situación en otras ciudades y la comparabas con Córdoba… era muy triste. Movemos a más de 1.000 jóvenes y la labor que se hace -no ya musical, sino cultural, humana y educativa- no ha sido apreciado nunca.

Ahora hay una Unión de Bandas para velar por esos intereses.

Eso fue a petición del Ayuntamiento, en 2019, y fue uno de los consejos que nos dieron, porque íbamos a tener más peso a la hora de poder ellos ayudarnos y trabajar con otras instituciones. Y la verdad es que nos ha servido, aunque estamos arrancando y hemos conseguido juntarnos y que haya buena relación entre las bandas.

Redención ha tocado para muchas hermandades. Entre sus mejores recuerdos, cuáles destacaría.

Cada cofradía tiene sus momentos. Te acuerdas mucho de la Santa Faz, del Perdón, de los Dolores (era otra historia y era un día que esperábamos mucho).

¿Cambia mucho la forma de prepararse para tocar para una cofradía como esa?

Requiere más tiempo. Es un repertorio específico que llevas para ese día, el resto de días, por desgracia, las hermandades no apuestan por ese tipo de marchas, que yo creo que tienen cabida, pero hay momentos para todo tipo de marchas. Te quitan tiempo, porque son más complejas, delicadas, que necesitan mucho ensayo. Hemos ganado tiempo, pero quedan sin tocarse porque no te las piden.

Tocan para muchas hermandades de Córdoba, pero llevan varios en Málaga.

Aquello es otro mundo, hasta que no vas allí y lo vives no te das cuenta de lo que es Málaga. Aunque duela decirlo, está en otro nivel distinto, por ejemplo, que Córdoba. Creo que es de las dos más grandes (semanas santas) con Sevilla. Es otro estilo, otra forma, pero que la gente lo vive te llega. En nada que lleves diez minutos estás viendo que la gente lo disfruta, lo vive, lo siente. Córdoba para eso es un poquito más fría. Y el trato allí es exquisito.

Hablamos de Málaga, pero ¿en algún momento han tenido oportunidad de tocar en Sevilla?

Sí la hubo, hace cuatro o cinco años. De hecho estuvimos a punto, pero salió el hermano mayor que no tocaba (risas).

Supongo que les hubiera hecho mucha ilusión.

Además fue en un momento en que aquí en Córdoba se nos dio mucha caña y hubiera sido un revulsivo. Pese a todo hemos mantenido la línea, el estilo, nuestra forma de ser y donde nos quieran allí estaremos.

Redención lleva más de 30 años, ¿cuál es el secreto?

No sé. El ambiente interno de la banda siempre hemos intentado que sea bueno, por encima del nivel musical, que el ambiente sea superior. De hecho, hay fundadores que, después de 33 años, siguen así. Y no solo ellos, sino personas con 30 años en la banda, con 25… y eso es señal de que la agente está a gusto.

En estos 33 años, ¿qué ha cambiado en la agrupación musical?

Somos muchos más, la forma de trabajar, la experiencia te hace aprender de los errores, estar abierto a aprender e intentar ser alguien, no un imitador de bandas que ya existen, que cuando escuches a la banda digas esa es Redención de Córdoba.

Han trabajado con grandes compositores.

Los músicos son gente muy volcada. Con los autores que hemos trabajado, antes que cofrades y músicos, son muy católicos. Y esa formación religiosa la transmiten en su música. Desde la sencillez de Mena (Hervás) que llega, hasta el nivelazo de Gándara, Antonio (Moreno Pozo), Francis González Ríos, Nico… No están valorados.