El teniente de alcalde de Hacienda, Salvador Fuentes, ha informado de que la climatización prevista por el anterior gobierno municipal para los 19 colegios no iba a servir de mucho para que los niños no pasaran calor en clase. Ha explicado que la Agencia Andaluza de la Energía ha autorizado la colocación de compresores por la sencilla razón, ha dicho, de que «Córdoba no es Burgos».
Según Fuentes, se va a «climatizar de manera europea, pero siempre de manera eficaz, atendiendo a la climatología de la ciudad, porque hasta hace muy poco tiempo hemos tenido que incorporar compresores en las instalaciones de climatización, porque son los que garantizan dar un salto térmico considerable», algo tan simple como que es el único mecanismo que permite bajar la temperatura a los límites permitidos y sostenibles. «Tal y como estaban planteados los anteriores proyectos, que se hiceron el año pasado, la climatización era de ‘efecto botijo’, al mezclar humedad con calor, y no garantizaba el salto térmico para que los colegios estuvieran a 25 grados», según ha explicado el concejal.
El anterior gobierno municipal informó de que se iba a utilizar sistemas experimentales, como el aprovechamiento de calores residuales o la implantación de la denominada cubierta activa, que se instalaría en el colegio Mediterráneo, según un experimento desarrollado por la Universidad de Sevilla. La anterior alcaldesa, Isabel Ambrosio, recurría con frecuencia al término «confort», que como ahora se ha sabido sólo consistía en una bajada de cuatro grados, por lo que cuando se registraran 37 grados en el interior de un aula, el termómetro bajaría a 33, pero sería imposible que llegara a los 25 para que los niños no pasaran calor. «Son ocho millones de euros y no vamos a tirar el dinero ni a engañar a las AMPA», ha añadido.
Fuentes ha adelantado que «vamos a seguir climatizando todos los colegios públicos de la ciudad de Córdoba, porque es nuestro deber, pero teniendo en cuenta que tiene que ser una climatización eficiente, que se ajuste a la climatología de la ciudad, que esto no es Burgos», porque «no es un mismo un salto térmico de cuatro grados con el ‘efecto botijo’, pero los niños tienen que estudiar».
Por último, el edil de Hacienda ha recordado que «hubo alguien que dijo que se iban a poner sistemas que no garantizaban esa bajada térmica, y era verdad, porque los proyectos que se presentaron no garantizaban el salto térmico».
