La semana, en cuanto a la crónica política se refiere, ha venido marcada por la celebración del Pleno extraordinario de las ordenanzas fiscales en el Ayuntamiento de Córdoba. Una sesión que puso de manifiesto esa expresión tan repetida de los dos modelos: el de bajar impuestos y el de subirlos.

El equipo de gobierno de PP y Cs llegaron a la sesión con la abstención de Vox y del concejal no adscrito David Dorado. Aun así, con todo resuelto, el punto del orden del día dio para horas de debate, acalorado sobre todo en la bancada de la oposición, donde Alba Doblas (IU) subió el tono, pero tanto ella como los portavoces de Podemos y PSOE acudieron al discurso de “bajar los impuestos a los ricos y perjudicar a los pobres, como si congelarlos (casos de Puente Genil o Montilla) o subirlos (lo que hace el Gobierno socialcomunista de España) beneficiara a estos últimos.

Y pese a que se admitieran varias enmiendas de Podemos y PSOE a los socialistas les pareció poco y se “indignaron” al día siguiente, para proseguir con sus denuncias de suciedad por la ciudad, tal vez queriendo obviar que siguen sin candidato a la Alcaldía, con Antonio Hurtado dispuesto a volver de Madrid, Carmen Campos queriendo ser candidata (ya quiso ser secretaria general) y consiguiendo apoyos como el de su compañero en Capitulares, Víctor Montoro; mientras José Antonio Romero pica piedra, intentando ser el azote del Gobierno municipal.