El Milagro de la Comunión y los nuevos movimientos de la Iglesia


Joseph Ratzinger: “el ambiente cristiano no llega al amplio campo de la sociedad en general, por eso, los cristianos tienen que apoyarse"

 
El lunes, 10 de octubre, tuvo lugar en el salón de actos del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Beata Victoria Diez (Avenida del Brillante, 21) la mesa redonda con el título Nuevos Movimientos de la Iglesia en Córdoba. Con dicha actividad, el Instituto de Ciencias Religiosas participaba en la Quincena Cultural Córdoba para ti.
IMG_8439Siguiendo el criterio seguido en el encuentro de los Nuevos Movimientos con San Juan Pablo II en Pentecostés del año 1998, estuvieron presentes en esta mesa de diálogo el Camino Neocatecumenal, Comunión y Liberación, Focolares y Renovación Carismática. Nuevos movimientos, ya, con una amplia y dilatada implantación en nuestra diócesis que fueron representados, en este mismo orden por Enrique Flores, Inmaculada Saco, Rosario Martínez y Lino Vargas.
Por espacio de hora y media, el salón de actos vibró con los ecos testimoniales que la vida de estos nuevos movimientos genera en la Iglesia universal y en nuestra Iglesia particular de Córdoba. Así se pudieron escuchar expresiones como “el milagro de un grupo de hermanos que se aman”, “ir al fondo de las exigencias más importantes de la vida”, “corriente de reciprocidad” y “alabanza fuerte y adoración profunda”. Y todo ello contextualizado por el discernimiento atinado y certero del pensamiento de Joseph Ratzinger que fue evocado al inicio del diálogo: “El ambiente cristiano no llega al amplio campo de la sociedad en general, ya no existe ese ambiente cristiano en ella. Por eso, los cristianos tienen que apoyarse mutuamente. Y esto explica también la existencia de tantas formas nuevas, la aparición de “movimientos” de distinta especie, que ofrecen precisamente eso que se está buscando: un camino común… si en la totalidad de la sociedad no se encuentra un entorno cristiano… la Iglesia entonces deberá crear sus propias células donde los cristianos puedan ampararse, ayudarse y acompañarse, haciendo experimentable y practicable la gran vitalidad de la Iglesia en un espacio más pequeño”.