En el interior del convento de Capuchinos el trasiego era notorio, aquella tarde de septiembre. Se cumplía año y medio desde que la pandemia hiciera acto de presencia con imposición de confinamiento y uso de mascarillas incluido. 

Tan solo unos días antes, el alcalde de la ciudad, José María Bellido, había anunciado que volverían las procesiones, pero sin costaleros. Poco más tarde, se dio luz verde a que los pasos fueran portados por cuadrillas. Y, en esas, el redil eucarístico de la Divina Pastora de Capuchinos decidió realizar su procesión.

Era la primera que se celebraba en Córdoba, tras -o durante- la pandemia, aunque un par de horas más tarde llegó la segunda, con la Virgen del Rayo como protagonista. Antes de que se abrieran las puertas del cocherón de Capuchinos, la cuadrilla se dispuso para realizar el trabajo, con David Arce al frente de la misma. Las autoridades, con el alcalde a la cabeza, también quisieron estar presentes para atestiguar una procesión que ya iba a formar parte de la historia.

Casi un año después y con la normalidad prácticamente retomada, el redil eucarístico de la Divina Pastora se halla inmerso en los preparativos para una nueva salida procesional. Y, para la misma (que se celebrará el 17 de septiembre), la corporación ya ha convocado a su cuadrilla de costaleros a la igualá, que tendrá lugar el miércoles 31 de agosto, a partir de las 21:00 horas, en la puerta de salida de los pasos.

No será como hace un año, afortunadamente, pero ese aniversario del regreso a la normalidad es digno de celebrar.