Ya viene Greta


Cumbre del Clima de Madrid, habla Greta Thunberg, niña (¿niña?) sueca de rubias trenzas, Pippi Calzaslargas del siglo XXI, pero más comprometida.

La revista Corazón Rosa me envía a realizar el jugoso reportaje. Objetivo Uno, misión imposible: entrevistar a Greta. Para algo tiene ya su propio caganer, como Rosalía.  

Las sesiones son de 10 de la mañana a 6 de la tarde, del 2 al 13 de diciembre, en el recinto ferial IFEMA (junto a Barajas y el parque Juan Carlos I). ¿Cómo pillar a Greta? Pienso y pienso: ¡A la hora del almuerzo, en el comedor!

Nos la cruzamos en el buffet libre, ¡qué emoción! Lito lleva una cámara oculta. Le digo que se tope con ella y trate de ligar, mientras graba y yo apunto.

Greta porta una bandeja llena de verduras. Detrás, Lito intenta imitarla.

─¿Eres setero? ─le dice Greta, en confuso español.

─¿Si soy hetero? ─Lito se ruboriza como un tomate.

─¿Sabes dónde hay setas aquí?

Yo acompaño a Greta al mostrador de los champiñones y níscalos. Nos sentamos a la mesa con ella y nos cuenta cosas súper interesantes de su vida luchadora, sus viajes por el mundo, sus padres, su hermana… a cuál más bohemio y estrambótico.

Lito graba y yo luego escribo el reportaje, ¡que resulta un éxito y encanta a los lectores de Corazón Rosa! Incluso mi exigente jefa, Gloria Puerto, queda impresionada.