Crónica de una ucronía III


La pasada madrugada, grupos espontáneos formados por miembros de los cdr y algunos ciudadanos madrileños afiliados, llevados por el hartazgo en las críticas al nuevo presidente, han irrumpido en la sede capitalina de la extrema derecha, donde, tras romper los cristales, han destrozado el mobiliario y realizado varias pintadas de advertencia a los miembros de la cúpula y simpatizantes del partido.

El señor Abascal ha manifestado que si estaban hartos ya de estar hartos y se cansaron, que se hubieran ido a vagabundear o a tomar… ( por la secretaria de estado de información se ha rogado a este cronista no especificar información susceptible de herir la sensibilidad de los lectores).

El presidente Iglesias, conocedor de los hechos, ha ordenado la creación de una comisión de investigación de la que ha nombrado presidente al parlamentario, Sr. Rufián, confiado en su neutralidad y reconocida eficacia. Las primeras indagaciones, según informa la secretaria de dicha comisión, la sra. Tania Sánchez, apuntan a un claro acto de provocación por parte de los responsables políticos de la extrema derecha española, quienes serán llamados de inmediato a declarar, habiéndose cursado las órdenes oportunas a las fuerzas del orden público, dada la cuarentena acordada en el ámbito jurisdiccional, a fin de asegurar su presencia en la comisión.

A  primeras horas de la mañana, el señor Iglesias, asistido por el jefe de protocolo, compareció ante la prensa acreditada en Moncloa, dispuesto a someterse a cuantas preguntas tuvieran a bien hacer los distintos medios, anunciando la nacionalización de todas las empresas eléctricas españolas.

“En una situación de alarma no cabe otro deber para este gobierno que asegurar la prestación de los servicios básicos a los ciudadanos”, señaló el presidente, dando por terminada la comparecencia al no producirse pregunta alguna por parte de los medios, pese a las miradas incisivas del jefe de protocolo, Sr. Echenique.

Minutos después, el Estado francés, por medio de su primer ministro, comunicó al gobierno de las Españas el corte de suministro proveniente de las centrales térmicas del sur de Francia, que supone el treinta por ciento del consumo eléctrico del país.

El nuevo presidente de la nacionalizada “red eléctrica peninsular”, señor Monedero, ha manifestado que el pueblo de las Españas asumirácon dignidad dicha afrenta y demostrará al mundo su capacidad de sacrificio en el cumplimiento del nuevo plan de ahorro energético que, con una inversión cercana a los quinientos mil millones de euros, revolucionará el servicio eléctrico. Técnicos rusos, enviados expresamente desde la antigua Unión Soviética, están ya trabajando en el plan, en lo que representa un claro exponente de la colaboración con el gobierno del señor Putin,que se extenderá además a otros ámbitos de los suministros de energía, como el gas natural y el control de las centrales nucleares españolas hasta su desmantelamiento pues, en palabras del señor Monedero, “ya tienen plazo de caducidad”.

La Comisión europea ha trasladado a España su preocupación por lo acelerado de los acontecimientos. Mientras esto sucedía, el anterior presidente del gobierno español, don Felipe González, de viaje relámpago a Bruselas, donde tuvo conocimiento de estos hechos, ha decidido alquilar una casa en Waterloo, muy próxima a la del señor Puigdemont, tras realizar unas declaraciones impropias de ser reproducidas en este medio, según ha entendido la secretaría de estado de información.

El presidente Iglesias ha instado a todas las entidades financieras a contribuir al ambicioso proyecto energético pues, pese a la inestimable ayuda de Rusia, habrá que arrimar el hombro por el bien de las Españas y el futuro de nuestros hijos.

El ministro de consumo, señor Garzón, ha propuesto de inmediato la nacionalización de la banca.

Fuentes bien informadas nos trasladan que el presidente Iglesias no baraja aún dicha medida, a la espera de una respuesta unánime y sin fisuras del sector financiero.

(continuará…)

PDA: Protégenos bajo tus alas, San Rafael.