Goles que valen su peso en oro


Hemos hablado de las virtudes del deporte en no pocos artículos previos a este. Valores humanos y deportivos que, a través del entrenamiento y la competición, llegan a los más jóvenes de una forma divertida y eficaz.

Este fin de semana pasado, en las instalaciones del Guadalquivir el sábado y en las del Colegio Virgen del Carmen el domingo, hemos vivido una de esas evidencias de las posibilidades del mundo del deporte. Un ejemplo claro de solidaridad con los más necesitados. El resultado: más de 900 kilos de alimentos no perecederos para el Banco de Alimentos de Córdoba.

Como ya viene siendo costumbre, puesto que esta es su tercera edición, el Torneo Solidario “Goles contra el Hambre” se llevaba a cabo en un ambiente de convivencia, solidaridad y deportividad única. Los más de 20 equipos que durante el fin de semana pasaron por este campeonato no solo dejaron destellos de calidad, buen juego, goles y paradas, sino que junto a sus familias, entrenadores y amigos llenaron cajas de alimentos que sirven para colaborar con una gran causa.

Los chicos y chicas que participaron no solo vieron la oportunidad de disfrutar de un buen clima y unos divertidos partidos de fútbol, sino que aprendieron una valerosa lección de que a través del deporte se pueden conseguir grandes objetivos. El mismo fútbol que aparece en las noticias como causante de peleas y alborotos, también consigue sacar en un fin de semana lo mejor de las personas que se vuelcan para ayudar a los demás dando una lección, especialmente, a los más pequeños.

Todo esto es posible gracias a la gran organización del Torneo llevada a cabo por el CD Kurtuba Sur y la EF Gaspar Gálvez, dos escuelas de fútbol que no solo buscan crear cantera y llegar lejos en lo futbolístico sino que en su ADN llevan inscritos a fuego estos valores tan esenciales, poniéndolos de manifiesto en un evento como el descrito. Por supuesto, el resto de escuelas que allí estuvieron son parte fundamental del Torneo, ya que con su participación e involucración lograron la magnífica cifra de kilos de alimentos antes mencionada.

Medallas, bocatas, zumos y grandes sonrisas para cerrar unas jornadas intensas, valiosas y muy prósperas para aquellos que más lo necesitan, pero también para nuestros jóvenes talentos.

Este es el camino: goles, canastas, puntos, kilómetros… para luchar contra las desigualdades, las injusticias y demostrar que el deporte no es solo lo que aparece en la televisión. También hay grandes proyectos que enseñan, educan y sacan lo mejor de nosotros mismos.