El lobo vuelve a enseñar la patita. Cada vez más lobos y menos corderos.

Las medidas que se anuncian de subir el IVA al 21 por ciento en la enseñanza y sanidad privada suponen un nuevo torpedo en la línea de flotación de la clase  media española. La que quede después de la “pandemia económica” que amenaza con llevarse por delante el trabajo e ingresos de cientos de miles de familias.

En el gobierno de PSOE y Podemos saben perfectamente que esa oferta de servicios privados  no sólo ahorra presupuesto y recursos al Estado, sino que hasta ahora  suponen una doble imposición a las familias que libremente los usan. 

Porque si yo llevo a mi hija a un colegio privado no puedo desgravar  en mi declaración de renta lo que me tocaría por ahorrarle al Estado la plaza que no utilizo en la pública. O en si me paso 35 días en un hospital privado por el puñetero Covid tampoco el Estado me resarce con reducción en IRPF por no haber ocupado durante ese tiempo una cama pública en el Reina Sofía.

Pero no están contentos con eso. Quieren más, ahogar de inanición a los españoles de clase media que venían haciendo uso de su libertad para la elección de determinados servicios.     

Hasta que apareció la nueva China el nivel del bienestar de un país se medía por la ampliación y pujanza de su clase media.

Ahora hay quienes prefieren ser robot alienados dirigidos por una élite de capitalismo de estado, y amiguetes del estado, que amenaza el paraíso occidental de prosperidad en libertad. Que los  cuatro mayores bancos del mundo sean paraestatales chinos es toda una declaración de intenciones del poder y la amenaza que nos viene.   

Los partidos socialdemócratas europeos para alcanzar y mantener el poder han sucumbido a los cantos de sirenas del comunismo amarillo. Vemos en España como la podemización de la política del gobierno se ha cepillado de  un plumazo al PSOE de concordia, modernista y europeísta de finales del pasado siglo que mantuvo la pujanza de la clase media surgida en el tardo franquismo, la de “la casa de los Martínez “. Esa parte mayoritaria de la sociedad española que alcanzó su máximo apogeo con los gobiernos de José María Aznar: buen sueldo, vivienda propia, segunda residencia, vacaciones, coche, universidad para los hijos …

Lo que hoy quieren hacer en España socialistas y comunistas , y en parte están consiguiendo, se traduce socioeconómicamente en cargarse a la clase media. Acabar con la sociedad civil librepensante. Anular la libertad individual y  la libertad de empresa. Todo por el nuevo imperio del interés general al servicio del  Estado y de sus dirigentes.

Y, paradójicamente,  esta “guerra política” la pueden terminar ganando en nuestra piel de toro  gracias al apoyo de los partidos de centro derecha vascos y catalanes. Que poseídos de su odio a España están permitiendo inocular un virus que, al final, también se llevará por delante a su propia base electoral.  Al tiempo.