Detalles navideños


Las fechas navideñas son una oportunidad para el acercamiento, para tener un recuerdo o de alguna manera hacer presentes a aquellos que durante el año están más alejados de nosotros. Quien más, quien menos, en un alarde de humildad, tiene unas palabras rebosantes de buenos deseos hacia aquellos con los que no empatiza demasiado.

No faltan las felicitaciones de parte de las cofradías para todos los hermanos que forman parte de ellas, pero se hace necesario destacar pequeños gestos que hacen grandes a estos entes católicos. Es de bien nacidos ser agradecidos, y así se refleja en cada detalle llevado a cabo por cada uno de nosotros. Una muestra se puede encontrar en la estrecha relación que quedó establecida entre la comunidad de monjas jerónimas del convento de Santa Marta y la hermandad de la Misericordia, y que se sigue mostrando viva años después. Con el cierre de la iglesia de San Pedro, allá por la década de los 80, la hermandad se vio en la obligación de abandonar su templo y comenzar una peregrinación, del mismo modo que San José y María lo hicieran buscando posada hace más de dos milenios. Muchas puertas se cerraron, mejor dicho, no llegaron a abrirse, salvo las de esta comunidad de religiosas que los acogía durante los años que tardaron las obras de rehabilitación de su sede.

En soledad y silencio, penitencia y oración, la comunidad de jerónimas vive de la caridad y a menudo pasa verdadera dificultad para subsistir. Estos hermanos de la Misericordia no las olvidan a lo largo del año, pero es todo un gesto de fraternidad la visita que realizan la mañana de Nochebuena a la comunidad no solo para mostrarles personalmente su felicitación navideña sino para hacerles llegar un donativo que palia en buena medida las carencias de esta casa.

Otras hermandades han contribuido a cubrir las necesidades básicas de una comunidad envejecida por el paso de los años y la escasez de vocaciones, que no ha quedado desamparada porque el Niño que nació humildemente en un pesebre, siempre velará por ella.

Hagamos extensivos los pequeños o grandes detalles navideños a lo largo del año que llega. Feliz y venturoso 2017.