La Candelaria


La Iglesia celebra esta semana, el próximo jueves, la Fiesta de la Purificación de María y de la Presentación del Niño Jesús en el Templo. Se conmemora el rito con el que cumplió María cuarenta días después del nacimiento de Jesús, constatando que es una festividad que se ha mantenido a lo largo de los siglos.
Por todos son conocidas las celebraciones que se llevan a cabo en la mayoría de los pueblos de nuestra provincia, así como en santuarios marianos de toda la geografía española. Los libros litúrgicos del siglo XIII ya recogen oraciones para bendecir las candelas, propias de esta festividad.
Córdoba no se quedaba en zaga y también festejaba este día. Ramírez de Arellano, en su célebre obra Paseos por Córdoba, al describir la iglesia de Santa Marina, señalaba que “saliendo de la capilla mayor están los altares colaterales, dedicado uno a la titular y el otro a la Virgen de la Luz, hermosa escultura que aseguran ser obra del cordobés don Alonso Gómez” y añadía “tiene una cofradía que principió en una ermita que hubo en la Cuesta del Bailío, y antes en otra del campo, achacándose a ella el origen de la romería que se efectuaba todos los años el día de la Candelaria en el arroyo de las Piedras, y en el que aquélla celebra a su titular y hace una procesión por el barrio”. Una romería, la citada por Ramírez de Arellano, que se mantuvo en Córdoba hasta casi la mitad del siglo XX y que inspiró una de las canciones romeras del compositor Ramón Medina, Romería de Pedroche.
En la década de los setenta, la Hermandad del Huerto, tras su reorganización, incluye como titular a una imagen bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria, advocación que se justifica porque partía la Romería de las Candelas de cerca de su barrio, la misma que culminaba en el Arroyo Pedroche y de la que se ha hablado anteriormente.
En la actualidad, esta hermandad celebra la Fiesta de la Candelaria con una exaltación, un rosario de la aurora, un triduo y un besamano en honor a su imagen titular. Una cofradía que destaca por sus celebraciones cultuales así como por los actos culturales que organiza, contribuyendo al arraigo de las costumbres y a la difusión de la cultura en nuestra ciudad. ¿Les pongo un ejemplo? El IV Concurso fotográfico Nuestra Señora del Amparo, cuyo fallo se dará a conocer en estos días. Por cierto, no se pierdan la exposición.