DIARIO DE UN CONFINAMIENTO: PRIMER DÍA


Pedro Sánchez./Foto: LVC
Pedro Sánchez./Foto: LVC

Esta mañana tuve que salir a hacer una entrevista, pero ha sido la única salida que me he permitido en este periplo que hoy iniciamos muchos y que en mi caso no es nada nuevo: ya no voy al gimnasio, me alimento de congelados, no ceno por la noches y no salgo a los bares. Sí, soy autónomo. O sea, que los quince días que tenemos por delante – previsiblemente- de aislamiento y soledad, es una especie de permiso comparado con muchos meses del resto del año.

Hoy además he comprobado lo que sospechaba hace mucho tiempo: hay gente que solo va al supermercado cuando se anuncia un estado de alarma. Sobre todo si lo anuncia Pedro Sánchez, que todo lo anuncia para mañana. El domingo pasado le preguntaron en la manifestación del 8M que cuando iba a caer el meteorito. Y Sánchez dijo : ”Mañana lunes. Pero haremos lo que haga falta, cuando haga falta y si hace falta”. Una semana después falta papel higiénico, sobre todo. Y que yo sepa, el señor Sánchez no lo ha repuesto.

Ahora pienso en los reponedores además de los sanitarios. Por culpa de Sánchez, esas criaturas se quedan sin toque de queda ni estado de excepción. Se lo han llevado todo los madrileños, hasta los yogures fíbidus. Los madrileños son esos españoles con apartamento en la Costa del Sol o en Costa Blanca que les hace disponer de segunda vivienda en verano o de retiro durante una pandemia. Cuando acaben con el papel higiénico del litoral, volverán a Madrid porque tienen, como madrileños que son, todo el derecho. Mientras, habrán diseminado el virus de manera solidaria por esas autovías patrias, con sus gasolineras y sus áreas de servicio. Igual se encuentran Madrid cerrado, que es como intentar entrar en Madrid por Legazpi un lunes a las 8. En realidad hablo de esto porque tengo un amigo -confinado también- en Fuengirola y me va dando información en tiempo real de los suecos que se piran y los madrileños que llegan. Para cuando quiera salir de Fuengirola porque se haya quedado sin papel igual también le han cerrado las fronteras por las Pedrizas. Pero habrá aprendido a decir “ejque”. ¿Se pueden aprender acentos e idiomas en esta situación de aislamiento? No es lo más recomendable, porque ello implicaría relacionarnos con posibles positivos del virus. Y es lo que estamos tratando de evitar además de la diarrea, parece ser.

He mirado las provisiones y de momento creo que al día 31 llego. Me alimento con  poco, ya les digo.

 Voy a mirar las noticias. A ver si Sánchez nos avisa que, a partir de mañana, tomará medidas para frenar esta locura. Medidas solidarias y progresistas. Lo del estado de alarma no le pega mucho, porque le afea el perfil griego de hombre de Estado.