El interesante nuevo curso municipal


Los socialistas tienen el reto de superar el desdibujamiento que han tenido este verano y de buscar el lugar que les corresponde en la nueva configuración del Ayuntamiento

Isabel Albás y José María Bellido impuestos gobierno municipal
Isabel Albás y José María Bellido. /Foto: JC

El verano llega a su fin. Queda una semana mal contada para que se reanude la actividad en todos los ámbitos en los que se ha relajado en las últimas semanas por aquello de las vacaciones. La vuelta a la rutina es el fantasma que algunos ven ya asomar por el horizonte, mientras para otros es la tabla de salvación a la que aferrarse para escapar de todo aquello que distorsiona el obligado descanso anual.

Todos volveremos a donde estábamos y cómo estábamos antes del verano, salvo en dos colectivos de la ciudad, por centrarnos en Córdoba. Por una parte están los estudiantes que pasan de curso y, por otro, los políticos del Ayuntamiento, por aquello de que, como recordarán, hubo elecciones municipales el 26 de mayo. Esto hace que en breve arranque un curso que no tendrá nada que ver con el anterior, porque la voluntad de los votantes ha sido la que es.

Si nos centramos en lo que ocurre en la calle Capitulares, veremos que hay dos formaciones que se han afanado en combinar trabajo y vacaciones para exprimir al máximo posible estos días del verano para avanzar buena parte de los compromisos que iban a cumplir en los 100 primeros días de mandato. Los concejales de PP y de Ciudadanos no se dieron ni un minuto de respiro y comenzaron a “desatascar”, como ellos dicen, asuntos pendientes y a abrir las puertas para que ahora ningún cordobés se sienta marginado por su Ayuntamiento.

En estas semanas se ha sacado a licitación un buen paquete de proyectos pendientes, de adquisiciones; en la Gerencia de Urbanismo dicen que se han agilizado las licencias; se ha presentado un proyecto de limpieza integral de la ciudad; se presta apoyo municipal al fútbol sala; habrá espectáculo de luz y sonido esta Navidad en Cruz Conde, se ha trabajado contrarreloj para abrir dos piscinas municipales que se habían retrasado y así bastantes cosas más.

El momento culminante, desde el punto de vista político, en el que se ha demostrado el cambio de gobierno en el Ayuntamiento, fue cuando llegó la hora de renovar los consejos rectores y de administración de las empresas y los organismos municipales. Ahí se vio la contradicción en que ha vivido la ciudad en los últimos años, cuando se marginaba a quien había sido elegido por “la gente”, como dicen ellos, y se defendían con uñas y dientes los privilegios de unos colectivos que, en el resto de la sociedad, son francamente minoritarios por mucho ruido que armen.

Esta hiperactividad del gobierno municipal, como en toda lógica democrática, debe tener el necesario contrapeso de la oposición, que en el Ayuntamiento de Córdoba está repartido en cuatro formaciones políticas. Los tres concejales de IU, que todos ellos provienen de la Corporación anterior, no han perdido el tiempo porque saben de qué va la película y, de una u otra manera, han buscado su cuota de protagonismo en estas semanas estivales, en las que, por otra parte, han abusado de rogar a PP y Ciudadanos para que sigan haciendo lo que ellos hacían, y han alcanzado el top al responder al plan integral de limpieza de la ciudad -que buena falta hace- con que ellos ya lo tenían en marcha. Ay.

Podemos y Vox buscan su hueco y lo han demostrado en este verano. La portavoz del partido de Santiago Abascal no ha dudado en aprovechar la mínima ocasión para lanzarle a PP y a Ciudadanos el mensaje de que no les va a salir barato el contar con su voto para sacar cualquier asunto adelante. Mientras, los de Podemos se han prodigado poco, pero sin estridencias, marcando distancias con sus líderes supralocales. 

Queda por hablar del PSOE, el grupo mayoritario de la oposición, formado por ocho concejales, de los que, salvo su portavoz, Isabel Ambrosio, el resto no estuvieron en el anterior gobierno municipal, exceptuando a José Antonio Romero y a Víctor Montoro, que sí fueron altos cargos en Cecosam y en el Imdeec, respectivamente.

Los socialistas llegan al final de las vacaciones con el reto de superar el desdibujamiento que han tenido este verano y de buscar el lugar que les corresponde en la nueva configuración del Ayuntamiento. Después de ser el grupo que más ha debatido internamente la liberación de sus concejales y la elección de los asesores no ha logrado tener el papel que le corresponde en los distintos debates que se han generado a lo largo del verano. La herencia de sus cuatro años, el perfil de los nuevos concejales y la cicatrización de la pérdida de la Alcaldía son algunas de las razones que se escuchan en los pasillos del Ayuntamiento sobre las causas de este sorprendente comportamiento.