Este año 2022 comienza cargado de incertidumbre y podemos pensar que esa afirmación no representa nada nuevo para cualquier persona que siga el mundo económico mínimamente de cerca, porque el mundo y más concretamente la economía está cargada de incertidumbre pero este 2022 las variables que pueden afectar en un sentido u en otro son demasiadas, hay muchos frentes abiertos, a lo largo de este artículo veremos las seis claves que considero que serán cruciales para el devenir de nuestra economía a nivel nacional y en general, para la economía europea y mundial. Tranquilos, no se asusten, las expectativas económicas para este año 2022 y para el 2023 son en general bastante buenas, siempre y cuando sean favorables los distintos escenarios contemplados para este ejercicio económico en las diferentes áreas que engloban la economía.

La economía española ha experimentado un patrón temporal en lo que se refiere a caída del PIB y recuperación económica similar al de resto de países de la Unión Europea, con un impacto inicial en la caída del PIB mucho mas duro una recuperación excesivamente lenta. La recuperación ha sido mucho más lenta debido a que tenemos una gran dependencia del sector turístico, pero también una mayor debilidad en lo que al consumo de los hogares e inversión se refiere severamente afectadas por la crisis de suministros globales y por último destacar el gran bache que atraviesa uno de los sectores más importante para nuestra economía, el sector del automóvil.

Lo esperado es que la actividad pueda volver a tener un mayor crecimiento cosa que tendrá lugar a medida que disminuyan las distorsiones en las cadenas de abastecimiento, las presiones inflacionistas disminuyan y la entrada y salida de turistas extranjeros se normalice.

En todo caso, todas estas proyecciones que relataba al comienzo están sometidas a una gran incertidumbre que marcará la velocidad y la profundidad de la recuperación. Aquí expongo las que son para mí la clave para que estas proyecciones puedan ser favorables:

CLAVE 1: El principal obstáculo para el pleno desarrollo y crecimiento de nuestra economía es la PANDEMIA, aunque hay que reconocer que, en términos de su impacto económico, el. nivel de adaptación a la misma de las economías ha ido incrementándose con las sucesivas olas. Por lo tanto, las distintas restricciones asociadas a la pandemia provocarán que el crecimiento sea más o menos intenso.

CLAVE 2: Como reaccione el TURISMO INTERNACIONAL a la primera clave (Pandemia) será un factor determinante, debido al peso que supone en nuestra economía. Las proyecciones que se barajan estiman que el volumen de turistas no residente previo a la pandemia se alcanzará completamente en 2023. LA evolución de ese volumen vendrá marcada por las restricciones que haya o no haya a lo largo de todo este 2022.

CLAVE 3: Esta es una de las claves con mayor relevancia, la incertidumbre sobre la duración de las alteraciones observadas en las CADENAS DE SUMINISTROS GLOBALES los famosos “cuellos de botella”, que están mostrando una persistencia mayor de la esperada generando daños muy graves en la actividad económica. La proyección que hay sobre este asunto es que a partir del segundo semestre de 2022 comience a moderarse.

CLAVE 4:  En uno de mis artículos comenté el enorme AHORRO ACUMULADO que ha tenido lugar por parte de las familias españolas durante esta pandemia, se estima que ese ahorro está entorno al 6% del PIB unos 70.000 millones de euros, ¿Qué harán las familias con él? La respuesta a esa pregunta condicionará la evolución del consumo privado en los próximos años.

CLAVE 5: Los famosos FONDOS EUROPEOS (NGEU) serán relevantes para la misma evolución económica los próximos años. Las proyecciones de distintas instituciones económicas al respecto contemplan la realización de proyectos e inversiones por un importe que asciende a 60.000 millones de euros. Obviamente la efectividad de ejecución de dichos proyectos va ligada a la productividad de dichos fondos que a lo largo de todo este año y el siguiente observaremos muy de cerca su rendimiento.

CLAVE 6: Por último, en los últimos meses ha aparecido un elemento adicional de incertidumbre, que es el relativo al fuerte repunte de la INFLACIÓN. Este repunte es resultado de la alineación de varios factores. La fuerte caída de algunos precios al comienzo de la pandemia, las dificultades de aprovisionamiento, el intenso crecimiento de las materias primas y los efectos de la recuperación de la demanda sobre los precios de algunos servicios (Esto significa que la demanda se ha recuperado a un ritmo al cual la oferta no ha alcanzado todavía y eso genera inflación).

La desaparición gradual de los efectos de comienzo de la pandemia en los precios, los cuellos de botella y la reversión en el aumento de los precios energéticos (a la que apuntan los mercados de futuros) deberían reducir las tensiones inflacionistas a lo largo de 2022. No obstante, existe una fuente de riesgo que podrían generar un proceso inflacionista mas duradero.

La primera surgiría de un escenario de corrección de los precios energéticos menos pronunciado de lo que sugieren los mercados de futuros, como consecuencia, por ejemplo, de un recrudecimiento de las tensiones geopolíticas.

En mi opinión, considero que 2022 será un año puente, un año de preparación de una buena base para unos años de crecimiento y prosperidad que nos esperan, ahora si, ya se puede decir… Caballeros, ya se ve la luz al final del túnel.