Organización y burocracia


Mi trabajo de verdad se desarrolla en una tienda. Una vez (hace años) compré varias cajas de libros de viejo, al peso, para decorar los escaparates. Supongo que nada más triste para un autor que ver valorada su obra en función del gramaje de la edición, pero eso es otra historia. El caso es que los libros en cuestión han estado rodando mucho tiempo por aquí, hasta que acabaron en la última estantería del sótano, haciendo acúmulo de polvo.

El otro día me encuentro uno de ellos por ahí, encima de un mueble. No se quien lo habría sacado de su destierro y lo habría dejado por en medio.

“Organización y burocracia”: no puede existir un título más insípido. ¿Por qué abrí aquél tocho infumable? Evidentemente, algo me llamaba desde dentro de sus cubiertas. En la primera página me topé con algo devastador. Era una tarjeta de cartulina, una octavilla creo, de estas que vienen con rayitas azules impresas en horizontal. Estaba escrita por una de las dos caras. La letra (de niño) rotulada en negro. Paso a transcribirla literalmente.

“mama quiero que por la mañana antes deir al cole me des un fuerte abrazo porfavor un beso muy fuerte de julia y ana. adios mama dile a papa que haga lo mismo”

Desde aquel día atesoro libro y tarjeta bajo llave, como amuletos que me dan fuerza y que me hacen recapacitar una y otra vez acerca de la vida. Espero y deseo que a Julia y a Ana les haya ido muy bien, que hayan disfrutado de la alegría que proporciona el cariño de los demás. Que su papá y su mamá leyeran aquella nota y cambiaran desde ese día. Que nunca más necesitaran pedir un abrazo.

Por Julia, por Ana y por todos los niños del mundo. Porque los niños son lo más maravilloso que ha creado Dios.

Quieran a la gente de su alrededor y les irá mejor. Besos.