Otra de cine


Hace unas semanas comenté la importancia de acudir al cine para ver la película “Lo que de verdad importa”, realizada por Paco Arango a favor de los niños enfermos de cáncer. Todos los beneficios de la película pasarán íntegramente a este fin. Pues bien, en el primer momento que pude ir al cine comprobé que realmente merecía la pena verla, no sólo por el destino de sus beneficios sino por el rato tan agradable que nos hace pasar. He de confesar que me reí mucho, aunque también lloré. Desde aquí os animo a todos los que aún no la hayáis visto a que acudáis para disfrutar un rato a la par que ejercer la solidaridad.

Pero no era este el objetivo de este artículo, sino otra película estrenada en los últimos días. ¿Habrá algo que la sociedad actual no ponga en cuestión? La verdad es que es un poco cansino tener que buscar justificación a todo lo que surge. En concreto me estoy refiriendo a la película “El guardián invisible”, basada en la novela del mismo título de Dolores Redondo y que ha sido objeto de diversas opiniones vertidas desde distintos sectores de la realidad sobre la conveniencia o no de acudir a las salas de cine a verla.

Alguna que otra vez he comentado la gran pasión que vivimos la mayoría de los miembros de mi familia por la lectura. Y el libro en el que se basa la película nos enganchó nada más comenzar a leerlo, de tal manera que tuvimos que continuar con el siguiente y el siguiente hasta terminar la trilogía, la cual recomendé y recomendaré a cualquiera que me pregunte sobre algo interesante para leer.

Ahora surge la polémica entorno a una de las actrices que participa en el reparto de la película que se ha rodado siguiendo su argumento. ¿Será otro caso como el de la Reina que ante las desafortunadas declaraciones de su director, Fernando Trueba, fue objeto de boicot por gran parte de los cinéfilos y le hicieron ver al mismo, la importancia de sus palabras?

En un primer momento, eso pensé, y muy a mi pesar, me hice el propósito de no acudir a ver la película sobre aquella historia que me tuvo buena parte del verano alejada del mar y metida debajo de la sombrilla. Pero después, leyendo las distintas opiniones vertidas desde el director de la misma, todo el equipo técnico y los protagonistas principales, he de decir que no me parece justo que se rechace su visionado por las nada apropiadas opiniones vertidas por una actriz, y no principal, en un programa al que no tienen acceso la mayoría de los ciudadanos españoles.

Es cierto que toda actuación tiene unas repercusiones y que determinadas opiniones que afectan a una gran parte de la población han de ser vertidas con sumo cuidado. Por otra parte, siempre se ha dicho que no ofende quien quiere sino quien puede, y no creo que este sea el caso.

No está el cine español para castigos. Ya es hora que defendamos lo nuestro y procuremos no crear más polémica que la necesaria.

Ahh!!, por cierto, los mensajes de Facebook que señalaban al yerno como el autor de los asesinatos…….. no cuentan la verdad!!!!