Buscando culpables


En estos días en que los cristianos tenemos la maravillosa noticia de que Cristo ha resucitado por y para nosotros, y después de haber vivido unos intensos días de Semana Santa con la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor, que nuestras hermandades han llevado a la calle con esplendor y gran muestra de fe, con un número impresionante de personas en la misma, viviéndola y dando vida a esta ciudad, sin embargo lo que transciende es la búsqueda de culpables de cómo y dónde estaban montados los palcos de la carrera oficial, que si ocupaban o no los andenes del Conjunto Monumental de la Mezquita-Catedral, que el nuevo recorrido es “antipopular”, que lo único que se pretende es sacar dinero a los ciudadanos, que el otro estaba muuuucho mejor, que se ha dañado físicamente(cosa totalmente incierta) el conjunto histórico-artístico y un sinfín de etcéteras que nos daría para muchas horas el tan siquiera enumerarlas.
Volvemos como cada año a buscar culpables, a intentar tapar todo lo de bueno que ha traído el cambio de la carrera oficial. Y aunque todas las opiniones son respetables, nadie puede negar que el sentido religioso y litúrgico de la nueva carrera oficial es mucho más significativo que el llegar a la plaza de las Tendillas, dar la vuelta, salir por la calle Cruz Conde???, ¿se podrá decir o me criticaran por usar un nombre fascista?, bueno, como yo no lo considero así, lo uso; para después volver cada una a su templo, sin más momento de recogimiento ni de oración ante el Altísimo.
La entrada de los pasos por la Catedral ha supuesto un antes y un después en la Semana Santa cordobesa. Sólo hay que intentar vivir, e incluso seguirlo por TV o redes sociales, desde dentro, el recogimiento de los cientos de hermanos que en procesión, realizan su estación de penitencia ante el Señor en su casa. La seriedad, el decoro y espiritualidad con que se realiza la misma, ponen el vello de punta al que comparta esta experiencia. Y en definitiva esta es la finalidad principal de las procesiones de Semana Santa, el hablarnos de Él y de Ella, de contarnos qué sucedió y por qué en la Tierra, hace ya más de dos siglos.
Podremos seguir añadiendo peros al nuevo recorrido, poner mil y una excusas que pretendan justificar el que no nos guste la nueva carrera oficial, pero no he encontrado aún en los medios de comunicación, ninguna noticia que justifique o al menos argumente de manera razonada, qué es lo que molesta tanto a algunos en este nuevo recorrido.
El refrán “tú dí, que algo quedará”, se hace muy presente en estos días. No se aportan pruebas, ni datos que justifiquen tanta opinión negativa, sólo las manifestaciones mal intencionadas y tendenciosas de aquellos a los que los cambios les suponen un auténtico trauma, más por haberse acomodado a lo de siempre, que por razones objetivas, que ellos no encuentran o que no saben aducir.
Pues yo tengo que decir que sí, que me encanta. Que el marco por el que pasea el Señor y su Santa Madre en estos días no puede ser más bonito, se mire por donde se mire. Y se puede mirar desde muchos lados, desde muchas calles, desde muchos lugares entrañables, de forma gratuita, sin correr riesgos físicos y cómodamente.
Por no hablar de la rapidez con que la Agrupación de Cofradías ha recogido todo el montaje realizado para ello, en un abrir y cerrar de ojos Córdoba recuperaba su normalidad y con una limpieza muy superior a la habitual en la zona en cuestión.
Dejemos de buscar culpables y empleémonos en luchar para que lo que tiene Córdoba para encandilar al mundo cuente con el mejor de los sitios, con el marco más maravilloso que miles de personas pudieran llegar a soñar. Disfrutemos de nuestra tierra y seamos capaces de compartirlo con el mundo.