Que viene otra vez el lobo


Ni desde VOX ni desde ningún partido hoy en España se criminaliza a nadie por su sexualidad

Portada de «El libro negro de la nueva izquierda» de Nicolás Márquez y Agustín Laje (Unión Editorial,2016)

Declarado como está este mes de junio como mes del orgullo gay, y coincidiendo como coincide con la campaña electoral antiVOX que padecemos en Andalucía, la izquierda en general y el PSOE en particular utilizan al colectivo o grupo o personas homosexuales para rascar votos y de paso seguir vendiendo el relato que les interesa: la ultraderecha persigue la homosexualidad. De hecho Olona, personalmente, quiere acabar con ellos.

Como siempre, ponen en boca de VOX lo que ni VOX ni Macarena han dicho: que consideran una enfermedad la homosexualidad y que hay que utilizar terapias para curarlas. Y las mentiras, vengan de quienes vengan, están muy feas. Toda la movida surgió hace casi dos años, en noviembre de 2020 cuando Ciudadanos , en una comisión de Igualdad propuso la prohibición “de métodos programas y terapias de aversión, conversión o contracondicionamiento de la orientación sexual o de la identidad o expresión de género, con sanciones en caso de incumplimiento”. Lo que le gusta prohibir a nuestros liberales patrios.

La entonces secretaria general del grupo parlamentario VOX y ahora candidata a la presidencia de la Junta, señora Olona, respondió literalmente al asunto lo que sigue: “Se olvidan de mencionar el artículo 14 de la Constitución española. Piedra angular que garantiza la igualdad de todos los españoles en España y que prohíbe cualquier tipo de discriminación por razón de sexo o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Y este olvido es una omisión imperdonable porque nos hablan en su escueta PNL (1 folio) de la persecución legal de la homosexualidad en nuestro país y de la discriminacion específica que sufren las personas LGTBI en España, cuando nuestra Norma Fundamental nos declara a todos los españoles iguales. ¡Y libres!”. Que en España haya tenido que aparecer un partido político para recordar y defender obviedades ya nos puede dar una idea de en lo que han derivado el resto de formaciones.

Respecto a lo mollar, o sea, las terapias que Ciudadanos Perdidos En Sí Mismos querían prohibir, la señora Olona, textualmente dijo lo siguiente: “Hoy Cs pide en esta PNL que se prohíban en España los métodos, programas y terapias que consideran la homosexualidad como una enfermedad o una desviación. Pero han sido tan irresponsables como Legislador que así lo dicen en la exposición de motivos de la PNL, pero se olvidan de incluirlo en el suplico -única parte que se somete a votación- donde se limitan a pedir que se prohíban en España las terapias a las que acudan las personas homosexuales. Señorías de Cs, la finalidad originaria de su PNL es innecesaria porque, y escúchenme bien, la homosexualidad no es una enfermedad. Lo digo yo. Lo dice VOX. Y lo dijo la OMS en 1990. Afortunadamente, porque antes de esa declaración el Partido comunista, hoy integrado en Podemos, expulsaba a los homosexuales de su partido”. Igual no ha quedado claro, pero conviene resaltar que la señora Olona dijo textualmente que “la homosexualidad no es una enfermedad. Lo digo yo. Lo dice VOX. Y lo dijo la OMS en 1990”.

Y atención porque viene la parte arteramente manipulada y que ahora es argumento electoral socialista. “¿Y a que nos llevaría apoyar el tenor literal del suplico de su PNL, con el grueso error que han cometido? A que el Gobierno pueda prohibir que las personas homosexuales acudan a terapia. Y me refiero al derecho que cualquier persona tiene, sea o no homosexual, para acudir a un especialista que le ayude a encontrar su identidad. No de género, que hasta en esto Cs se ha tragado la terminología progre de la izquierda. La identidad que todos tenemos como personas y que formamos a través de un proceso biográfico. ¡Libertad, Señorías! Dejen de meterse en las camas de los españoles”. Este es un argumento que a cualquier liberal de verdad debería alegrarle las pajarillas. Se defiende la libertad y el derecho de que una persona acuda a terapias si así lo considera necesario desde su soberana voluntad, la misma que se defiende para las menores a la hora de abortar, la misma e indiscutible para someterse a una intervención quirúrgica de cambio de genitales. ¿Por qué es un horror que uno crea necesario un tratamiento terapéutico para su identidad si esta le supone un problema y no lo es decidir por la vida de otro ser humano? He aquí una de las grandes basuras morales que el dictado monolítico progresista nos impone. La libertad es lo que ellos digan.  Siempre. La libertad administrada según y cómo, con marchamo indiscutible de superioridad moral. Lo otro deleznable es la mentira.

Entre los diferentes relatos impuestos por la nueva izquierda, tan añeja como la original, está el de la supuesta persecución y discriminación de la gente según su orientación sexual. Un relato que tomó prestado Ciudadanos, por cierto, y que es un punto más para explicar su debacle, porque puestos a comprar relatos, el votante se queda con el vendedor original.  

Pero que es mentira. La discriminación está penada y la igualdad es un derecho fundamental amparado constitucionalmente. Lo recordó la señora Olona y conviene repetirlo siempre para desmontar las absolutas falsedades en las que se apoyan partidos e ideologías que no tienen nada nuevo ni positivo que ofrecer.

Es más, ni desde VOX ni desde ningún partido hoy en España se criminaliza a nadie por su sexualidad, entre otras cosas porque, aparte de absurdo, tendrían que responder ante la justicia. Sobre los países que sí lo hacen no vamos a insistir más porque es muy cansado y siempre les sale más rentable a los profesionales del orgullo victimizarse aquí que ser víctima verdadera en Afganistán o Marruecos. Allí habría que ver a estos adalides multicolor dando la cara.

Esta semana ha vuelto a ser argumento electoral, por tanto, la supuesta persecución de la extremaderecha (en su momento fueron PP y también Cs) hacia la gente con determinada orientación sexual. Como si no tuvieran otra cosa que hacer estando el IPC  y la inflación como están.