A veces también nos toca disfrutar


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Celebración del aniversario de la Academia en la Base de Cerro Mariano. /Foto: LVC
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Las autoridades celebran la decisión del Minsiterio de Defensa. /Foto: LVC

Ya puede estar satisfecho y agradecido José María Bellido, alcalde de Córdoba, por ser el capitán de un equipo que ha conseguido la mejor noticia de este año 2021 y seguramente del resto de su mandato. Y así se mostró en el mensaje que grabó poco después de conocerse que Córdoba albergaría la base logística cuyo proyecto empezó a redactarse hace tan solo unos meses. A las horas de satisfacción inmediata no les han faltado las reacciones políticas tanto de los ganadores como de los perdedores. Es comprensible el enfado del alcalde de Jaén, Julio Millán, que ahora arremete contra la vicepresidenta Carmen Calvo por su condición de cordobesa recordándole que es “vicepresidenta de todos los españoles”, aunque quizá Millán esperara que también fuera solo vicepresidenta socialista, y de ahí el grado de su monumental decepción. Tampoco parece que Calvo haya tenido un peso decisivo sino todo lo contrario, según algunas fuentes apuntan. La egabrense se ha encontrado con las críticas de miembros de su partido como con la figura de naipe ganador y definitivo para los socialistas cordobeses. Cada cual arrima las ascuas a sus sardinas.

Pero lo cierto, y lo que ya es definitivo, es que Córdoba opta a un futuro mucho mejor con unas instalaciones militares que además de los puestos de trabajo que pueden generar, coloca en el mapa a una capital y a una provincia que a pesar de su privilegio geográfico y en comunicaciones, había optado por no apostar más decididamente por el aspecto logístico. Bellido evidentemente no. Y la Universidad de Córdoba, a través de su Consejo Social, tampoco. Este último y el trabajo de su rector Villamandos no debe pasar desapercibido por cuanto han sido los artífices del mejor proyecto, “muy estudiado, trabajado y detallado” que finalmente ha conseguido el objetivo.

Podríamos detenernos es otros aspectos como el peso que militarmente tiene Córdoba por la Base de Cerro Muriano, que supone un considerable ahorro para el Ejército, o las cuitas internas de un PSOE que de alguna manera han provocado que la decisión final no recayera en Toledo – mucho más rival en todo esto que la hermana Jaén- pero lo importante es mirar al futuro que no es dentro de unos años sino mañana mismo. Eso comienza por la ubicación: si fuera El Higuerón, el ayuntamiento deberá enfrentarse a uno de los viejos fantasmas y problemas no solucionados como es el de las parcelaciones ilegales y que tanto alcaldes como alcaldesas sucesivos no han sabido ni querido resolver. Habrá que optar por una expropiación y finalmente ejecutar lo que nadie quiso realizar hace  décadas  y que ha sido uno de los lastres del desarrollo urbano, agrícola, ecológico y agrario de Córdoba. El problema en este sentido será menor si finalmente el Ministerio opta por La Rinconada y mejor, sin duda, para sus vecinos.

Y sobre todo es que este esperanzador proyecto no se vea empañado por las diferencias políticas y los intereses partidistas que han sabido guardarse para la redacción y presentación de la candidatura. En ese sentido, y a diferencia del alcalde de Jaén, José María Bellido ha sabido agradecer al socialista gobierno de España su labor, dejando atrás las siglas y las estrategias comunicativas de un país muy polarizado. Y ha demostrado ser un excelente líder para capitanear un equipo que ha conseguido hacernos disfrutar – ya nos tocaba- y tener más esperanza en el futuro tras la pandemia.