Un compañero de columna en La Voz de Córdoba escribía la semana pasada sobre el origen del Consorcio de Turismo y se lamentaba de que se hubiera llegado a una situación deprimente y sin solución de continuidad, con el consiguiente drama que viven los trabajadores, la situación compleja y delicada en la que se posiciona el Ayuntamiento, y lo que es peor, que la difusión, promoción, acogida, nuevas realidades… turísticas de la ciudad quedan paradas con graves consecuencias para la economía cordobesa, ya sea en la iniciativa privada o pública. En definitiva, ante la falta de un claro liderazgo que debe abanderar nuestro Ayuntamiento, cada institución comienza a hacer la guerra por su cuenta; aquellas asociaciones u organismos que hasta ahora conciliaban voluntades, se ven vacías de contenido y, cada sector, también en sí mismo dividido, pone en marcha nuevas iniciativas cargadas más de buena voluntad que de frutos reales que puedan obtener.

En tanto, en esta hermosa y milenaria ciudad, comienza a abrirse el melón de una tasa turística, parece ser consolidada en Europa;  en España, tan solo en Cataluña, y recientemente se lanzaba en la vecina ciudad de Sevilla. Ignoro si es una medida buena o no, no me encuentro capaz de definirme ante tal propuesta, pero ya nace algo viciada al no tener claro, por lo menos el tipo de a pie, qué administración es la competente en el asunto. Nuestro representante en materia turística acaba de aterrizar tras un periplo por la ciudad nipona para presentar una guía que se denomina “Genic trip in Córdoba”,  cuyos destinatarios son los “millennials”, vaya nombrecito, jóvenes entre 20-35 años, nativos digitales que todo lo comparten en las redes. Me parece fantástico este tour. Pero no es menos baladí ni frívolo asumir el reto, ausente de un discurso y actitud que ignore a todos los sectores y sin ánimo de apropiarse de los mismos, y capitanear un proyecto de ciudad con el que aunar sensibilidades en el que todos se vean identificados por el bien y desarrollo de Córdoba.

En cambio, ante el vacío de un proyecto serio y responsable, hoy se viste de largo otra propuesta asociativa bajo el nombre de AEHCOR, que aglutina a los empresarios de hospedaje; con anterioridad fue APETECE y recientemente el clúster estratégico FIDES. Y me pregunto, ¿será esto más de lo mismo?, ¿estaremos cayendo en la tentación de crear entes y no concretar nada?, ¿qué propuestas realmente son realizables y no dichas para rellenar páginas de periódicos, minutos de radio y televisión, fotografías para empapelar muros y muros?

¡Pues mira por dónde! De nuevo la Iglesia ha sido capaz de proponer, impulsar y desarrollar durante quince días, actividades a coste cero para el cordobés y el turista. ¿Qué “careto” se les queda a algunos? Solo protestar en sus redes porque muy pronto una humilde cofradía vuelve a organizar un evento que atraerá a muchas personas a la ciudad de Córdoba con la puesta en marcha de una exposición en las naves del templo mayor de la diócesis.

Esto sí que vale. Proponer a la ciudad de Córdoba una quincena cultural bajo el título: “Córdoba es para Ti”. Un encuentro centrado en la historia artística y patrimonial de la ciudad a través de una serie de actividades. Entre estas destacan las “55 visitas guiadas, visitas dramatizadas por espacios monumentales de la ciudad, 11 conciertos, 16 conferencias, cuatro talleres, dos showcooking, dos espectáculos de danzas, un certamen literario e incluso una cita gastronómica”. Todo esto capitaneado por la directora del museo diocesano, María José Muñoz.  Participan y colaboran diversas instituciones, y nuestro Ayuntamiento, y la iniciativa privada. Esto nos dice que ideas tenemos, ganas hay, potencial mucho, capacidad infinita…, sólo falta alguien que lidere con responsabilidad.

Esto sí que vale, esto sí es lo que necesitamos: un líder o un ente capaz de liderar un proyecto turístico de ciudad.