En el ocaso de este domingo electoral


Parece ser que toca a su fin una campaña electoral que ya no recuerdo ni cuándo comenzó. Tengo la sensación de llevar no solo días o meses sino años en permanente estado de estrés electoral. Sí, es cierto que llevaba tiempo sin constatar inquietud y zozobra ante lo que podemos encontrarnos cuando llegue el ocaso de este domingo. A la caída de la tarde quedará al descubierto la verdad de aquello que con expectación y desasosiego cada uno hemos ido barruntando en nuestro imaginario.

Tengo la impresión personal de que estamos ante una situación, un contexto electoral, que escapa a todas las encuestas, a los propios partidos políticos y a los medios de comunicación. Creo que esto puede ser hasta muy bueno. Porque por vez primera se está esperando la decisión que tome la ciudadanía. Antes daba la impresión de que previamente al día de las elecciones ya estaba todo más que resuelto y decidido. Percibo este momento, como un tiempo de esperanza, donde los ciudadanos -no quiero decir que antes no la tuviera- tienen en sus manos la decisión de las personas que estiman más adecuadas para regir el destino de nuestro país en los próximos cuatro años.

No obstante, pase lo que pase este domingo, y vistos los dos debates de los principales candidatos, según parece, y después de leerme los programas de estos y otros partidos políticos -confieso que no el de todos los que concurren a estas elecciones-, observo que juntando todas las propuestas se podría alcanzar un proyecto bueno capaz de generar progreso y desarrollo en nuestro país que salvaguardara el bien común. Pero para ello, deberíamos contar con unos representantes de altura, de grandes miras, como se suele decir, capaces de llegar a consensos donde todos tienen que sacrificar algunos planteamientos ideológicos por el bien de todos. Hay cuestiones como la educación, la cultura, el empleo, desarrollo empresarial, la sanidad, la territorialidad, la justicia… que no se pueden someter a la dictadura de un pensamiento único. Pienso que debería existir la posibilidad de retirar a aquellos que son incapaces de dialogar y llegar a acuerdos en la actividad política.

Bueno, sea lo que sea que depare el resultado de las urnas, lo importante sería que se establecieran esas herramientas o medios de encuentro, que, amparados en la Constitución, permitieran huir de las tibiezas, de los rodillos, de la imposición de unos a otros… y realmente se trabajase por responder a las necesidades y expectativas de todos los ciudadanos y no solo de unos pocos, generando un clima de crispación permanente. ¡Qué bueno sería que el buen rollito que se mantiene fuera de los focos también lo tuvieran -nuestros políticos- a la hora del trabajo cotidiano en favor de España!

1 Comentario

  1. DON JUAN JOSE SIENTO COMUNICARLE QUE SEGUN NOTICIAS LLEGADAS DESDE ESTADOS UNIDOS E INGLATERRA VATICINAN UNA VICTORIA DEL PSOE CON EL APOYO MAYORITARIO EN LAS ELECCIONES DEL SABADO 28 DE ABRIL. ESTO NO LO SALVA NI EL CRISTO DE LA PROVIDENCIA DE MI PAISANO ANTONIO GOMEZ

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