Santiago Apostol, patrón de España


Pariente del Señor y hermano de san Juan el evangelista, fue uno de los tres elegidos por el Señor para acompañarle en momentos muy íntimos


Hermanos:

No es pequeña la solemnidad que hoy celebramos en toda la iglesia universal y especialmente en España como solemnidad, puesto que este santo hombre está puesto como protector, intercesor y custodio de nuestra patria, España.

Y bien merecido lo tiene, puesto que arriesgó su vida para traer el Evangelio de Jesucristo hasta los confines de la tierra conocida por entonces en el imperio romano: el Finisterre (fin de la tierra). No solo arriesgó sino que se fatigó y se esforzó en anunciarnos la Palabra de la salvación que, por nuestra dureza de cerviz, nos negábamos a aceptar. A tal punto llegó el desánimo del santo varón que la Virgen viene a aparecérsele a la altura de Zaragoza para confortarlo y animarlo. Y es que Ella, como buena Madre que es, no le falla a sus queridos hijos.

Aprovecho para indicar que la primera aparición  de María, aprobada por la Santa Sede, el Vaticano, es esta del Pilar, por lo que tenemos en nuestra tierra, no solo el sepulcro del apóstol al que peregrina toda Europa por caminos milenarios, sino el lugar donde la Señora puso sus pies para que la venerásemos allí. Todos los santuarios marianos son fantásticos; sin olvidar nunca que el primero y el único donde la Virgen se hace presente antes de la Asunción, está en España.

Pariente del Señor y hermano de san Juan el evangelista, fue uno de los tres elegidos por el Señor para acompañarle en momentos muy íntimos para Él: la Transfiguración en el Tabor y la agonía en el huerto de los olivos. Uno de los de su Corazón, vaya.
Pero como hombre de carne, pecador también, como nosotros, que se atrevió a través de su madre a pedir al Señor, los mejores puestos del Cielo. Casi nada.
El buen Cristo, corregirá su temeridad, encendiendo sus corazones en valentía para dar la vida por su causa, cuando llegue el momento:”¿Sois capaces de beber el cáliz que yo voy a beber?”, el del martirio; respuesta valiente la suya: ”Lo somos”. Y así será, cuando Santiago sea el primer apóstol en ser decapitado por Herodes el rey.

Por último, el Señor les anima a ser servidores y no tiranos, a ser acogedores y no huraños, a ser los últimos y no buscar el resplandecer, cosa a la que el demonio nos invita cada vez que puede. Que resplandezcamos por buenas obras, muchos favores, grandes servicios, silencios prudentes y ayudas anónimas, para que Cristo un día nos premie con el puesto que sea del Cielo, pero que nos dé entrada en el, aunque sea con calzador.

Feliz domingo. Feliz día del Señor y el santo patrón de España.