Un naranja oscurecido en tan solo siete días


Juan Marín./Foto: José I. Aguilera
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Eva Timoteo. /Foto: JC

Si el grupo municipal de Ciudadanos se temía una semana difícil, tras el archivo judicial de la denuncia del concejal de deportes contra su exgerente y que ha terminado, de momento, en la creación de la primera comisión de investigación en la actual corporación, lo peor estaba por llegar con la declaración pública del portavoz de IU, Pedro García, acusando a otra concejal naranja, Eva Timoteo, de incumplir su obligación de dedicación exclusiva al mantener su actividad profesional como procuradora.

Es cierto que los profesionales independientes tienen una barrera para la actividad política en cargos institucionales por la dificultad de preservar su trabajo habitual , esto es, los despachos profesionales con su fondo de comercio que es lo que les dota de libertad y autonomía frente a los aparatos de los partidos.

No lo es menos que el sistema también permite la compatibilidad, pero sujeta a la norma que impide acumular el rendimiento profesional con la retribución por dedicación exclusiva.

Incluso cabe la dedicación parcial a una actividad y la otra pero siempre sujeta a la aprobación del pleno. Un trámite que sí cumplieron las ediles populares Torrent y Contador y que por torpeza no siguió la  bisoña de  Timoteo.

En política estos errores se pagan caro. El precio para la concejal naranja podrá ser el abandono de la política activa, tal vez con la sensación de una amarga experiencia personal de resultado inocuo. Si ella no toma la decisión será el alcalde quien deberá cesarla.

Pero si con esto no fuese suficiente dolor de cabeza para las huestes locales de Arrimadas llegó del Guadalquivir abajo otro dardo envenenado en las torpes e injustas palabras del vicepresidente de la Junta, Juan Marín, hablando de dedazo político en lo que ha sido la mejor noticia recibida por los cordobeses  en décadas y que se ha ganado por razones técnicas y de ubicación geoestratégica, con una extraordinaria candidatura liderada por Ayuntamiento y Universidad y  no por ser la provincia cuna de una lenguaraz vicepresidenta.

Estos dos hechos y sus consecuencias en la vida de la organización naranja tanto en lo que se refiere al aparato interno como a su repercusión en el gobierno local marcarán la agenda política local que nos viene.

Y por cierto, ya que hablamos de la política socialista egabrense, hoy con peso en Moncloa, habrá que seguir en los próximos días las explicaciones públicas que debe al respetable sobre turbios manejos en su etapa de consejera andaluza, según se desprende de informaciones vinculadas al caso Villarejo.