La oposición y su circunstancia


En el caso de la izquierda municipal, estos tres grupos realizan un martilleo casi diario de baja intensidad con un eco escasamente relevante

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Bancada de la oposición municipal. /Foto: LVC

La oposición es una herramienta fundamental en toda democracia que se precie. Si el resto de poderes hacen de contrapeso, la oposición es la fiscalización permanente, el control necesario que todo gobierno requiere. Y así ha sido hasta ahora.

En el momento presente se ha entrado, en términos generales, en una dinámica en la que la labor de la oposición consiste, a grandes rasgos, en señalar que el gobierno le impide desarrollar su labor, algo que tiene su base de certeza. Lo paradójico es cuando se llega a la situación de denunciar en Córdoba, por ejemplo, lo mismo que esas siglas están practicando en Madrid o en otras instancias. ¿Divertido, no?

Esta situación es la que hace que el alcalde, José María Bellido, tenga una cara de satisfacción como no se conocía en la Alcaldía de la ciudad desde hacía mucho tiempo. La izquierda dedica su tiempo a cabalgar -o, incluso, galopar- contradicciones y la única china en el zapato es la de Vox, cuya portavoz, Paula Badanelli, no suele errar el tiro cada vez que despliega la artillería.

En el caso de la izquierda municipal, estos tres grupos realizan un martilleo casi diario de baja intensidad con un eco escasamente relevante. IU, con sólo tres concejales, tiene entre sus logros haber forzado la dimisión de Eva Timoteo, de Ciudadanos, y haber iniciado el caso Infraestructuras que está aún por resolver. El balance, por más que se empeñen, dista aún mucho del top de escándalos en Capitulares. Los otros dos grupos están aún por estrenar.

Pero tanto IU como PSOE y Podemos son consciente de esta situación y por eso han puesto en el foco al alcalde, al que culpan de todo, desde el dinero que no se ha gastado hasta de la farola -perdón, ahora se llaman luminarias- que se acaba de fundir. Claro, Bellido es el objetivo a batir electoralmente y ven que se les escapa vivo a cada dentellada. 

En los grupos de izquierdas, además, no se vislumbra ningún rostro que vaya a estar en los carteles de la contienda electoral de la próxima primavera y esto hace aún más duro el tener cada día que bajar al fango de la contienda política. Los réditos, si los hay, los van a disfrutar otros.

Esta situación ha tenido su culmen hace sólo 48 horas. El viernes, a las 11:00, la concejal socialista Alicia Moya culpaba a Bellido de que “ante los primeros episodios de calor” muchos colegios no puedan usar el aire acondicionado. 

Media hora después, la portavoz de Podemos, Cristina Pedrajas, enviaba una nota para denunciar que hay colegios de Infantil y de Primaria que “no pueden poner en funcionamiento sus sistemas de calefacción, bien porque que no tienen combustible, o bien por encontrarse las calderas averiadas”. ¿En qué quedamos? ¿frío o calor? ¿calefacción o aire acondicionado? Con razón Bellido está feliz.