¿Se llevó los regalos?


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Parte de los juguetes entregados por los cordobeses a Sadeco. / Foto: LVC

Le pregunta el querubín al serafín:

¿Quién manda de verdad?

Los formalismos dejan de serlo cuando se trata de dar oficialidad a las decisiones. El quién, el qué y el cómo importan cuando el anuncio es relevante. Y en las cofradías mandan las cofradías y la autoridad eclesiástica, los políticos de turno son eso, turno de oficio. Pasan y no volverán, aunque si deciden su legado puede desembocar en una pérdida del poder legítimo.

¿Se llevó los regalos?

Algún hermano mayor dijo que le daba pena que algunos de sus antecesores se dieran de baja de la cofradía. Otros optan por no acordarse de lo que fueron cuando el cargo aun está caliente. Y acaban llevándose los regalos de una hermandad a otra, como si nadie fuera a acordarse. La memoria es así de selectiva.

¿Estampitas?

Un día saco a una Virgen, otro a un Cristo, al siguiente a un Señor. No es un costalero, pero juega a los “sacapasos” como el mejor. Si así se construyen los proyectos, el futuro es más negro que una túnica de ruán.