De las seis monjas que quedaban en el convento, solo una, la hermana Venancia, estaba en aceptable estado de revista:

Paseó sin destino por las calles de Ronda.  Rebinando recuerdos.

De uno a otro se pasaron la cantimplora y, de pronto,  se formó  una tormenta de hipidos y gruñidos, ladridos y lamentos

Allí se hablaba de todo, pero especialmente de caza y campo.

Carmen era más menudita y muy relimpia: tenía el pelo rubio, un color extraño por aquellas tierras, y unos ojos verdes le brillaban como estrellas…

Al hombre de hoy, intuía,  le faltaba el reposo. Pararse a pensar y a escuchar el silencio.

Cuco y Pablo eran de la misma edad: catorce años. Para un perro, era ya una edad provecta.

Y abría las jaulas y soltaba a los pájaros que salían como flechas cantarinas

El miedo. Maldito miedo. Siempre el miedo.

Víctimas inocentes de la violencia desatada en una cultura donde el respeto a la persona y a la vida  está en evidente retroceso

En cuanto le echaron el ojo a Jacinto lo eligieron como víctima. Jacinto sonreía a todos, tímidamente, con el afán de agradar

Desde mi más profundo respeto a todas las personas con acondroplasia…

No había estado bien: quiso abrir la faena con estatuarios pero el novillo tenía la embestida un punto descompuesta y hubiera sido mejor doblarse...

Mientras, en la televisión, la ministra y otras de su ralea, echaban sus discursitos

I.- Cuando, con el fin del curso, tomó las vacaciones, sabía que no se reincorporaría en septiembre: le había llegado la jubilación. Pero esa...

Hasta el 10 de septiembre se podrán presentar los trabajos en la Delegación de Cultura del Ayuntamiento y sólo se admite un relato por autor